PROCRASTINACIÓN

PROCRASTINACIÓN

Por: Dina Barrera  Dina Barrera   @dinabarrera  @dinabarrera

La procrastinación es la acción y el hábito de restar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.

Se entendería que es hacer algo que para ti es mucho más divertido, entretenido o atractivo que tus deberes, que a lo mejor no son de tanta importancia; sin embargo, esto puede tener un foco rojo que te puede llevar a un profundo poso, muy difícil de salir.

Digamos que la procrastinación es un ladrón del tiempo con el que hay que lidiar día tras día. Y lo peor, es que hoy hay muchas herramientas para alimentarla.

Manteniendo el Enfoque en la Era de la Conectividad Constante

Por ejemplo, los chicos en la escuela, en vez de aprovechar la tarde y hacer la tarea, se desvelan por acabarla en la noche. Ya que en la tarde estuvieron jugando con sus amigos en videojuegos, que sí reúne a jugadores de diferentes partes del mundo. Pero seamos honestos, esto no es una verdadera comunidad amistosa, trabajo en equipo, ni realidad.

Hay casos peores, y yo me incluyo en esta aserción, pasa que estoy escribiendo “mi libro” que no es un apuro, es un sueño, y que, como para muchas personas, lo hacemos con amor, y se supone todas las ganas del mundo, pues llego del trabajo, cansada, me siento en la cama, saco mi computadora portátil, y digo: voy por un vaso de agua; se me viene a la mente, aprovechar el viaje y llevarme la ropa sucia a la lavandería, paso por la cocina, y veo unas ricas galletas, pero, primero dejo la ropa, aprovecho para ponerla a lavar, regreso a la cocina y tomo el litro de agua, y se me antoja un sándwich, lo preparo, me siento a comerlo y allí, perdí completamente la idea de escribir… de continuar con el sueño de mi vida… no es que no quiera hacerlo, o que tenga dudas, son las distracciones que debemos verlas como enemigos para cumplir una tarea.

Navegando Entre la Productividad y la Tentación Digital: Cómo las Distracciones Impactan Nuestra Eficiencia

Lo mismo pasa aún con cosas interesantes e intrascendentes, como subir mis fotos del evento de ayer. Porque para ello las fotos necesito arreglarlas, entonces antes de hacerlo, déjame ver que ha pasado en Facebook… y esto me trae como consecuencia poner el evento hasta una semana después.

Al darte cuenta de que no cumpliste con tu tarea, viene una frustración, un agobio, que seguramente terminara en dolor de cabeza, cansancio y, por lo tanto, menos productivo y eficiente.

Lo que recomiendan es varios pasos:

1.- Identifica los elementos que son una tentación para ti y ponlos fuera de tu vista.

2.- Divide tu tarea en pequeñas subtareas, y así vas señalando las que vayas cumpliendo.

3.- Rompe la barrera del minuto. Es decir, saqué mi computadora, ya de aquí no me muevo, y empiezo, al pasar el minuto, te aseguro, seguirás con la tarea.

4.- Evita el argumento: No pasa nada si me atraso por un día, ¡esto es una excusa!

5.- Recompensa cada pequeño avance.

6.- Al concluir, date un respiro, descansa, relájate y olvida, para que comiences fresco con lo que sigue.

7.- Trata de comunicarle a alguien tu intensión de lograr esa tarea, así te comprometes más y tendrás a un testigo que te estará obligando a hacerlo.

Espero que no sea el caso de nadie, pero si lo es, a ponernos las pilas, el concluir, y más si se trata de “tus sueños” te puede cambiar a un mundo feliz.

También podrías leer el artículo anterior de Dina Barrera: EDUCÁNDONOS

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