Dina Barrera – EDUCÁNDONOS

Integra Magazine 09 mayo 16, 2023 11:17 am 0

Por: Dina Barrera

Dina Barrera @dinabarrera @dinabarrera

He estado pensando mucho en la época de mis 20’s, la verdad es que soy muy fiestera, y así es gran parte de mi familia.

Entre mis recuerdos, está un viaje con amigas a Mazatlán. Recuerdo perfecto que conocimos unos chilangos (espero que no se escuche despectivamente) que trataron de invitarnos a salir, pero nosotras teníamos la vista puesta en los europeos; en eso, la verdad es que no he cambiado mucho. Pero después de que ellos se sintieran rechazados, recuerdo que mi única amiga que sí estaba encantada con ellos, nos platicó que le habían dicho que se sabía (ya todo este redondeo me suena a mucho rancho) que las “regias” (chicas provenientes de Monterrey) se alocaban cuando salían de su rancho; ya que en su tierra se comportaban como “niñas buenas”.

Se habrán dado cuenta que en todo ese párrafo hay mucho machismo, mucha ingenuidad y mucha parranda… porque eso sí, es distinto que seas de las últimas que se van de la fiesta, a irse de la fiesta con cualquiera, y muy temprano; y eso, aunque ya pasaron algunas décadas, sigue siendo igual.

Lo que más me llama la atención, es que es verdad que entre todas las mujeres que algún día traté o fueron mis amigas en Monterrey, la comunicación entre madres e hijas, nunca fue abierta, como con amigas europeas, o hasta amigas de CDMX, donde las madres siempre sabían en realidad dónde estaban sus hijas. Yo tuve la suerte de irme un año a estudiar inglés antes de preparatoria y después de facultad, me fui de mochilera por toda Europa sola, y conociendo a muchísimas personas. También estuve estudiando en una escuela de señoritas en Francia con puras mujeres que solo querían casarse y tener bebes, y después tuve la oportunidad de vivir un rato en Francia y España, aprendiendo así otro tipo de educación. Mi crecimiento y mi apertura de mente fueron distintas, yo decidí no tener hijos, y disfrutar todo para mí, en cambio, es muy común ver que las chicas que no se casaron de Monterrey, o las que se divorciaron muy chicas, siguieron viviendo con sus padres, o hasta regresaron a vivir con ellos con todo e hijos. Para mí esto es muy debatible.

El caso es que la “sociedad regia” de entonces, siempre estuvo muy presionada por el que dirán, por seguir las reglas de buena familia, y por los estándares económicos. Esto trae a una buena economía, pero no trae la felicidad, sí la facilidad, sí trae consigo la irresponsabilidad de crecer y dejar crecer a las personas (tus hijos, nietos, etc.) como quieran hacerlo en vez de ser unos mantenidos que no saben ni cocinar.

Pero como yo soy de aquella época, pero de mente abierta, yo sí proclamo la libertad femenina, apoyo a los grupos vulnerables (que yo no los llamaría así) pero también estoy en desacuerdo con tanta ignorancia, tanta falta de respeto, y de tantas familias disfuncionales, creo que todo lleva un equilibrio; pero si yo tuviera una hija, y esta se tira al piso moviendo su trasero al bailar, según muy “sexy”, yo sí me avergonzaría; pienso que el brillo y la elegancia siempre van con quien ya nació con ello, y ¡no necesita demostrar, ni mostrar nada!

En cuanto al sexo, los hombres europeos, y los Mexicanos (No puedo hablar de los “latinos” porque no se haría justicia), son muy diferentes (la mayoría) porque una mente abierta te trae muchas posibilidades para aprovechar y satisfacer a la pareja. Aquí conozco muchas amigas que siguen en pañales en este tema y ya en sus 50’s, y que aún no conocen lo que es tener un orgasmo ¡por Dios!

Así que ojalá y hubiera un “Simposio” que se llamara “Tomar lo mejor de cada época” con mesas de trabajo y exposiciones, y así podríamos tomar lo mejor de las épocas, de los estados, de las personas y de las vivencias, para obtener una mejor educación en casa, por allí es donde todo comienza.