Baño de bosque es el nombre que se le da a una práctica que consiste en realizar una visita a un bosque sumergiéndose en él con los cinco sentidos. La finalidad es obtener un bienestar para la persona y beneficios para su salud.

Es una actividad muy popular en Japón, donde se le conoce como shinrin-yoku. Cada año entre 2,5 y 5 millones de japoneses, afectados por el estrés, la hipertensión y la ansiedad de la vida urbana moderna, acuden a las sesiones de “Terapia del Bosque” en alguno de los 65 centros oficiales certificados por la Shinrin Therapy Society; esto obviamente debe ser mucho más cool, tener lugares especiales con instructores calificados, pero como nos debemos dar cuenta, es una práctica ya muy común, por lo tanto, lo hace una actividad regular entre aquellos lugares.

El término Baño de Bosque fue acuñado en 1982 por Akiyama Tomohide, director de la Agencia Forestal de Japón. Surgió como una iniciativa para darle valor a los bosques, que cubren un 67% de la superficie del país. Al mismo tiempo canalizar la demanda de contacto con la naturaleza por una creciente población urbana sometida a niveles intensos de competencia y estrés.

Recarga tu energía con la simplicidad de la naturaleza

Yo estaba escuchando en un Podcast a Gaby Vargas una de mis escritoras favoritas, sobre esta práctica, y me di cuenta de que en nuestro país tenemos muchos y maravillosos lugares para hacerlo, sin embargo, con solo tomar 20 minutos de tu tiempo, y caminar despacio, y de vez en cuando te detengas para hacer respiraciones, poses de yoga o simple meditación, te proporcionan una satisfacción muy íntima y diferente. Lo mejor es que para sentarte frente a un árbol, o cerca de la playa, no necesitas de nada ni de nadie, solo de disfrutar con tus 5 sentidos.

Si hablamos de la satisfacción médica de esta práctica, un grupo de antropólogos y fisiólogos de una universidad de Tokio, midieron la concentración de cortisol en la saliva (un marcador de estrés) en gente expuesta a bosques y fue significativamente menor esa concentración de cortisol, que la que tiene la gente que vive en lugares urbanos.

Baño de bosque

También usando técnicas avanzadas de neurobiología se ha confirmado que pasear o simplemente estar en un bosque disminuye la actividad del córtex prefrontal. Esta es la parte del cerebro donde residen las funciones cognitivas y ejecutivas como planificar, resolver problemas y tomar decisiones. Y, en cambio, el movimiento neuronal se desplaza a otras partes del cerebro relacionadas con la emoción, el placer y la empatía.

También el impacto del “Baño de bosque”, según estudios inmunológicos, aumenta muchísimo la concentración de un tipo de célula en la sangre. Además contribuye a la lucha contra infecciones, y hasta contra el maldito cáncer. Pronostican que con quedarte una semana relajado en el bosque puede dar un resultado hiperpositivo a cualquier enfermo.

Aprovecha estas vacaciones con amigos o familiares. Proponles sumergirse en la naturaleza, sin distracciones al menos por cinco días, y estoy segura de que sentirán la diferencia.

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