IA y Relaciones Públicas, ¿desafío u oportunidad?
No resultaría sorprendente si te preguntaran hoy sobre algo novedoso y transformador en este 2023 y respondieras que la inteligencia artificial (IA), concepto en el campo de la tecnología que se refiere a máquinas que pueden percibir inteligencia, sintetizar e inferir información.
Lo más probable es que ya estés utilizando la IA. Bien cuando le pides algo a Alexa, usas Google Maps para llegar a tu destino. O incluso si haces una revisión gramatical básica en un correo electrónico antes de enviarlo.
Por tanto, esta no solo es una realidad, sino que ya no tiene vuelta atrás; aun cuando se siga lidiando con los temores sobre desplazamientos de puestos de trabajo, la privacidad y seguridad de los datos, el uso que se debe dar y sus implicaciones éticas, entre otros desafíos.
Es cierto que la IA no es una amenaza para los profesionales de comunicación y relaciones públicas, ya que, como cualquier otra tecnología
El hecho cierto es que la IA no es una amenaza para los profesionales de comunicación y relaciones públicas, ya que, como cualquier otra tecnología, es un auxiliar que no puede hacer todo el trabajo, y menos ser un sustituto. En nuestro caso, la interpretación de sus conclusiones, recomendaciones y planes de acción a seguir deben ser supervisados y avalados por los profesionales. Toda vez que en nuestro campo se trabaja con opiniones, sentimientos, emociones y percepciones que permitan gestionar relaciones. Por ello, aun cuando la tecnología avance a pasos agigantados, la empatía, creatividad y, especialmente, la interacción humana, en tanto elemento esencial de las estrategias de relaciones públicas, va a seguir siendo indispensable. Por eso vale la pena seguir invirtiendo en esas habilidades humanas.
No obstante, sus herramientas y ofertas han ido en aumento.
Hoy la IA puede revisar y analizar noticias, publicaciones en redes sociales, menciones y otros contenidos en línea relacionados con la empresa. Predecir tendencias y/o problemas emergentes, analizar comunicación y comportamiento de los influencers digitales, revelar patrones de comportamiento de los clientes para anticiparse a sus necesidades. Dudas o reclamos, generar respuestas automáticas, pero personalizadas, usar chatbots para interactuar con los clientes. Sacar ideas de nuevos temas, buscar titulares o keywords, escribir borradores. Y hasta determinar el mejor momento del día para los comunicados de prensa, publicaciones en las redes sociales y otros.
Todo lo que posibilita poder enfocarnos en cuestiones más estratégicas y creativas, que generen un mayor impacto y valor para las organizaciones. Pero, como han señalado informes del sector, se requiere que tengamos una comprensión más profunda de la tecnología. Y el análisis de datos para seguir siendo competitivos.
La profesora e investigadora inglesa Anne Gregory dijo:
“Estamos en un momento crucial. Con la aparición de herramientas como ChatGPT, la profesión de relaciones públicas ha comenzado a evolucionar en la era de la IA. Aunque con una baja adopción y cierta cautela justificable. Existe una necesidad muy real no solo de aprovechar las herramientas de IA de manera efectiva. Sino también de aprovechar esta oportunidad para asumir un papel más estratégico. Se necesita con urgencia, educación y capacitación a ritmo y escala”.
Como ha ocurrido con otros avances, se precisa de los profesionales, resiliencia y adaptación, además de ser los impulsores del cambio, pues lo contrario sería negarse a evolucionar y observar cómo los temores sobre su uso se hacen realidad. Y aun cuando quedan muchas preguntas sin resolver, la única propuesta viable es estudiar mucho sobre IA, experimentar por etapas para ir descubriendo nuevas formas de incorporarla en el trabajo; y, especialmente, mantenernos actualizados.
De lo que no hay duda alguna es de que este seguirá siendo un tema crucial de discusión para el próximo año, y debemos participar activamente en el debate en torno a ellas, mientras aprendemos a usarla con sabiduría, ética y responsabilidad en aras de mejorar la eficiencia, la eficacia y el impacto de nuestras propuestas; y, por encima de todo, ‘convertir desafíos en oportunidades’.
Podrás leer el artículo anterior aquí: Aclarando ideas de Comunicación
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