Orgulloso de ser uno mismo

Orgulloso de ser uno mismo

Orgulloso de ser uno mismo

 

“Los gays no crecemos como nosotros mismos, creamos una versión que sacrifica la autenticidad para minimizar la humillación y los prejuicios. La tarea de nuestra vida adulta es descubrir qué partes de nosotros somos verdaderamente y qué parte hemos creado para protegernos”, Alexander León.

Por: Beto Pino.

Género No Binario@betopino  Género No Binario@betopino

Hace un par de semanas leí la cita de Alexander León con el que comienzo este artículo. Creo que hace mucho tiempo no me sentía tan conmovido y cuestionado. Automáticamente vinieron a mí recuerdos de lo difícil que fue ser un niño y luego adolescente “diferente” en un entorno mexicano católico. Los miedos, las culpas, las “adaptaciones” que uno auto asume con tal de encajar en el criterio de lo socialmente aceptado y como sin darnos cuenta: nos acorazamos en una personalidad a prueba de balas, que nos permite sortear la vida diaria en una realidad hetero-normada.

Para nada pretendo victimizarme y llorar el pasado, creo que tuve la suerte de aún con un contexto familiar muy religioso, tener pilares en mi educación que me enseñaron a amarme a mí mismo, a disfrutar la cultura, la moda y sobre todo el arte, pero creo que aún con ese apoyo positivo en casa, tuve que aprender a auto-regularme para sentirme más integrado a la escuela o a los amigos: desde cosas tan básicas como el timbre de la voz, las gesticulaciones, los gustos musicales, la afición por los musicales o algo tan básico como no entender (ni querer entender) el futbol.

No puedo hablar por el resto de la comunidad, pero al menos para un hombre gay nacido en los ochenta como un servidor, nos tocó vivir años en los que el vox populi era que si vivías tu orientación sexual, acabarías muerto como Tom Hanks en la película de Philadelphia o aún peor Freddie Mercury en la vida real.  Aun así, hemos sido muy dichosos que nos ha tocado en nuestra vida adulta el poder legalizar nuestras relaciones y el poder tener familias verdaderas, no solo elegidas.

Aun así, la cita me dolió, porque me recordó tantas veces que tuve que cambiar para ser aceptado, tantas veces que me quedé con ganas de bailar más libre, de ser amigo de todos, de usar más rosa de joven, de tomar clases de baile, de ser más yo, y menos lo que la gente esperaba de mí por ser un hombre cis género.

Ahora en mi vida adulta, no puedo evitar que la comunidad LGBTQ+ aún sufre mucho de no poder ser auténticos. De muchos amigos escucho el estrés de “compensar” la homosexualidad frente a sus familias siendo hijos perfectos y consentidores con toda la familia, o ser un “over-achiever” laboral para poder alcanzar las mismas oportunidades que una persona heterosexual. Y seguimos aceptando y cultivando que el hombre gay por obligatoriedad tiene que ser el más fit, el más fashion, el más classy y el mejor amigo de cualquier mujer que necesite desahogarse de los hombres (esto último la verdad se disfruta mucho).Orgulloso de ser uno mismo

Es así como también, somos una comunidad que valora mucho el ser aceptada, respetada y celebrada. Creo que por eso nos hemos vuelto target de miles de marcas durante el mes del orgullo, que en Junio nos venden desde zapatos, ropa y hasta cruceros con un arcoíris, y una parte de nosotros, que pasó décadas de nuestras vidas sin poder ser vocal sobre nuestra orientación, no puede evitar pensar: wow, al fin alguien me incluye.

Este Junio puntualmente, quiero salir a las marchas a celebrar lo mucho que hemos logrado como colectivo gracias a esfuerzo nuestro y de nuestros aliados que nos apoyan, quiero marchar por lo mucho que nos queda lograr para nuestra comunidad trans que sigue teniendo rezago en su inclusión real en la sociedad y espacios de trabajo y educativos, y también quiero marchar porque posiblemente ya pasó la mitad de mi vida al menos, pero estoy en un viaje de deconstruir el Beto Pino que tuve que forjar para sobrevivir y crecer, y construir una versión de mí que sea mejor. Ya lo decía la Agrado en la película de Pedro Almodóvar, Todo Sobre mi Madre: “Una es más auténtica cuando más se acerca a lo que ha soñado de sí misma”. Y yo sueño para mi ser un hombre que hace que las personas que estén a su alrededor sean mejores, un hombre que se ríe más de sí mismo y sus errores para disfrutar la vida y sobre todo un hombre que se debe a su comunidad y lucha para que todos, todas y todes tengan un lugar en la mesa.

¡Feliz Orgullo!

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