NO ESTOY LOCA (O), NI ME FALTA UN TORNILLO.
Por: Dina Barrera
Dina Barrera @dinabarrera @dinabarrera
Me da risa recordar la época en la que estaba en la secundaria (era un instituto de solo mujeres y monjas) y que tus compañeras te pusieran todo tipo de sobrenombres. En algunas ocasiones había unos que lastimaban mucho; pero a esa edad y sin experiencia, pues no te clavas. Habrá gente que hasta ahora los persigue ese acoso espantoso y frívolo. Sobre todo, y con mucha seguridad, la gente que hacía ese tipo de bromas, pues es a la gente que peor la han tratado en sus casas, pero toda esta información solamente con los años la entiendes. Dina Barrera. No estoy Loco, Loca. Integra Magazine Mayo.
A mí de plano no me importaban los sobrenombres, era o me sentía bonita, hacía mucho ejercicio, tuve un cuerpo perfecto, así que todo me resbalaba, pero había una palabra que por alguna razón lograba irritarme, aun si alguna amiga me lo decía de broma, el típico “Ay, estás loca“. Para mí esa si era una palabra muy fuerte. ¿Yo loca? jajaja, la más vieja de tu familia. Es decir, en mí esa palabra tenía poder.
Los tiempos han cambiado, debe haber peores sobrenombres, y ya hasta hay muchísima información sobre el acoso, sea cual sea; pero no es el tema.
Ahora sí, hablando con los hechos, parte de tu vida debe, definitivamente, debe ser el visitar a un psicólogo, o un psiquiatra.
Nos hacemos grandes, tenemos un espantoso gobierno, por lo tanto, la mayoría de las personas sufrimos de una muy mala economía, la pandemia no nos ha dejado del todo, y nos secuestró por dos años, y ahora hasta guerra… por Dios, “ves la tempestad y no te hincas” No estoy Loco.
Así que hay que recriminar a todo el que critique a los especialistas de la salud mental, porque en estos tiempos, está todo muy difícil y es la única forma de no volvernos locos.
En lo particular, tuve una fuerte pérdida, y estoy con una tanatología. Mi padre (obviamente todo un dinosaurio) cree que estoy tonta por necesitar de alguien más, pero NADIE se merece estar solo al pasar un trago amargo, no importa si hablamos de: “me quedé sin trabajo”, “tengo que poner a dormir a mi mascota porque está enferma”, “me dejaron por otro(a)”, “me siento gordo”, “me siento fea”, etc.
En mis ratos de terapia, aprendí que no es que las perdidas te enseñan algo, porque claro que sería yo la primera en pensar que prefiero ser burra, que no tener mamá. Sino que cualquier perdida te da la oportunidad de crecimiento, tú sabes si la tomas, o te dejas consumir. He pensado mucho, y me considero inteligente en ciertas áreas, y definitivamente esta (mi perdida) la elijo pasar con inteligencia.
Otra pregunta muy atinada en la terapia fue cuando preguntaron si…
¿De tanto que duele haber perdido a esa persona, hubieras preferido no conocerla?
Pues claro que no, en ningún universo, prefiero mil veces pasar por esto y seguir teniendo los millones de momentos especiales con mi ser más preciado. No estoy Loco.
En fin, no quiero hacerlo personal, sino invitarlos a quitarte un poquito de peso de esa mochila que cargamos todos los días, a lo mejor llevas muchas cosas importantes, pero una que otra piedra que te da dolor de espalda. Sobrenombres
Así que, cualquiera que sea tu dolor, y cualquiera que sea tu forma de sanarlo, vale la pena buscarlo. Ojalá te quedes con la primera persona que elijas, porque normalmente hay que pasar por varios especialistas hasta que encuentras “la horma de tu zapato”, para eso somos únicos en el mundo, por lo que cada quien lo vive de diferente manera. No estoy Loca. Loco, Integra Magazine, Mayo.
Si te interesó este artículo aquí encontraras otros que también podrán interesarte.