Britney Spears: The Ally in her

Britney Spears: The Ally in her

Por: Alberto Pino  Género No Binario@betopino Alberto Pino

Existe un “chiste” que, al nacer cada gay, se le asigna una Diva Pop a la cual le será fiel toda su vida. Empezando cone los Little monsters de Gaga, los Iconers de Madonna o los KatyCats que idolatran a Katy Perry. Si hay una constante en el mundo pop, es una base muy fuerte de apoyo de la comunidad LGBTQ+ apoyando incondicionalmente a “su diva asignada”. Esta realidad no es lejana a la famosa princesa del Pop: Britney Spears, con su muy famoso (y vocal) Britney Army.

¡De coletas a leyenda del pop! El viaje de Britney Spears que marcó una generación

Parece que fue ayer cuando en la preparatoria, no solo se puso de moda una canción, y un video, sino que literalmente era la canción que oías en todos lados: Baby One More Time. Era una época donde el girl power había llegado al nuevo pop con la super establecida Madonna, pero también grupos como las Spice Girls. Pero Britney Spears con sus coletas era diferente: era una rara mezcla entre inocencia y mucha sensualidad. El video era un cliché, pero aun así lo veíamos en loop en MTV, y sin duda lanzó a la fama a esta chica crecida en Louisiana.

Algunos le daban un rato de fama, pero “Brit” disco tras disco consolidó su poder como la Princesa del Pop. Desde su inolvidable enterizo rojo en Oops I did it again (con mucha referencia al Titanic) Stronger, In the Zone y tantas canciones que se volvieron número 1, el Britney Army enloqueció y se fortaleció.

¡Britney, la inquebrantable! Su resiliencia, música y activismo a pesar de todo

La carrera de Britney después de matrimonios “peculiares”, estar asociada a las Party Girls, Paris y Lindsay, y relaciones familiares problemáticas, se vio afectada en momentos como cuando frente a los paparazzi se rapó la cabeza o inclusive en un regreso a la música en 2007 tuvo una muy comentada actuación donde se le veía claramente desorientada y quedaba muy lejos la cantante que maravilló hasta al mismo Michael Jackson con sus habilidades para el baile.

Pero Britney cuál ave fénix regresó, lanzó Circus y hasta hizo una residencia prolongada en Las Vegas, pero todo bajo un nuevo régimen. Su padre y un equipo de abogados la pusieron a tutela, limitando su vida, sus gastos, sus derechos reproductivos, medicación y hasta su alimentación. Lo que no pudieron frenar fue su constante apoyo a la comunidad LGBTQ+. Desde su aparición en 2015 en una campaña de GLAAD en el Spirit Day (día para apoyar a los jóvenes LGBGTQ+ y desaparecer el bullying) hasta formar parte del tributo por los muertos en la tragedia de Pulse (bar gay de Orlando, donde decenas de personas gays fueron acribilladas en 2016) Britney SIEMPRE ha sido una aliada para el colectivo, aun bajo el yugo de una tutela.

Y es importante mencionar, que con el paso de los años la tutela se volvió casi una esclavitud y un aislamiento para la cantante, y fue la misma comunidad que ella siempre apoyó, la comunidad LGBTQ+ que eran en gran parte su “Britney Army” que volvieron viral el #FreeBritney que se volvió una presión real para la corte, y que indirectamente apoyó a que Britney pudiera dejar la tutela en 2021.

Mucha gente hoy se ríe de sus videos y bailes, de los cuchillos y de una Britney que actúa como una adolescente ante Instagram. Como ser humano (y fan) no puedo dejar de contextualizar lo MUCHO que ha vivido esta mujer. La hicieron trabajar desde los 10 años en televisión y que se volvió una máquina para facturar dinero para su familia y la industria.

La gente puede amar u odiar a Britney. Yo como gay no puedo evitar sentir empatía hacia una mujer que ha vivido tanto. Y que, en 2017, escribió a mano una carta de amor a la comunidad LGBTQ+. Hablando sobre lo maravillosa que es una comunidad que es leal, que no juzga, que dice la verdad y sobre todo promueve la aceptación.

Britney en sus memorias (el libro más vendido en las primeras 24 horas de lanzamiento en la historia de la humanidad). Escribió sobre que ella siempre se sintió cercana a la comunidad, porque ellos lograban ver que, más allá de todo, ella era muy inocente. Y hoy, a sus 41 años, nos sigue mostrando que aparte de la mujer que hay en ella, también hay una gran aliada que nos ha hecho bailar por décadas.

Larga vida a la princesa del Pop: ¡Gracias por ser una gran aliada!

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