Historias que dejan huella

Historias que dejan huella

Por: Madeleine Palacios

 

En la vida nos encontramos con personas que no son fáciles de olvidar, que las llegamos a querer de una manera que no habíamos pensado y que aparecen en situaciones inimaginables. Sin importar el tiempo ni el lugar donde nos encontremos ese sentimiento no desaparece y cada vez que su recuerdo viene a nuestra memoria, vuelve a florecer.

 

En lo personal me considero muy afortunada porque cuento con mucha gente a la que quiero y con quienes he vivido historias que dejan huella. Quiero compartir con ustedes una de ellas: en un viaje de trabajo coincidí con un actor de telenovela, causó curiosidad en mí porque ese evento no tenía nada que ver con sus actividades. En ese momento pensé que sólo había sido una casualidad. Una de mis compañeras se acercó a él porque ella también lo reconoció y lo invitó a visitar nuestro stand. Fue la primera vez que yo platicaba con alguien famoso de una manera tan cercana. A partir de ese momento nuestra amistad comenzó, no nos separamos en esa semana, por las mañanas íbamos a checar nuestros mails, comíamos juntos, visitábamos los diferentes stands y un día, sin esperarlo ¡me invitó a salir a bailar! Esa noche fue especial ya que nos acercó más a una amistad entrañable.

 

El tiempo pasó y nosotros seguíamos en contacto, coincidimos en muchos eventos en toda la República y algunas veces nos visitábamos en donde estuviéramos viviendo en ese momento. Nuestra compatibilidad es única y eso lo reflejamos siempre. Recuerdo un día en un café, se nos acercó una gitana y nos dijo que, en alguna vida, los dos fuimos pareja y que teníamos algo especial; en ese momento no supimos si creer o no y solo reímos. Sin embargo, de lo que sí estamos seguros, es que pase lo que pase, lo que sentimos el uno por el otro es real e infinito, por lo tanto, siempre estará en nuestra mente y corazón.

 

Como esta historia guardo muchas en mi memoria, gente con la que me he cruzado en la vida y que al paso de los años, la distancia no ha sido un obstáculo; confirmándome que ese sentimiento sigue ahí vibrando;  que las casualidades no existen, las causalidades sí; que todo tiene una razón de ser y que por eso es importante vivir todos los días al máximo con la mejor actitud, a disfrutar cada momento sacando lo mejor de él, porque el tiempo pasa y no regresa.

 

Cada momento vivido va formando nuestra historia. Por tal motivo, desde hace mucho tiempo y con la finalidad de conservarlos en mi memoria, suelo tomar dos fotografías: la primera es con la mente y el corazón y la segunda usando la tecnología, porque si algún día mi mente no recuerda una sonrisa o una mirada, al verla, mis ojos lo harán y mi corazón lo sentirá.

 

Y tú, ¿qué historia recuerdas que le dio otro sentido a tu vida?

Categorías
Compartir

COMENTARIOS

Wordpress (0)
Disqus (0 )