Castillos de Azúcar
Por: Madeleine Palacios
A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos con situaciones tristes, como la pérdida de un ser querido. Cuántos de nosotros hemos perdido personas por diversas circunstancias, ya sea por enfermedad, accidente, asaltos, suicidio, secuestro u otra. No obstante, este terrible momento nos deja -sin duda- una gran enseñanza.
Sé que para muchos este tema puede resultar incómodo, no obstante mi propósito es el exponer que cualquier circunstancia tiene su lado bueno de la historia. Yo, como ustedes, he pasado por pérdidas de personas a las que he querido mucho y créanme que cada una me ha enseñado cosas diferentes y que a lo largo de mi vida las he puesto en práctica. Nunca vamos a estar preparados, eso es verdad, pero eso es lo importante, porque es en ese momento donde radica nuestra fuerza para salir adelante de la situación con un aprendizaje.
Recuerdo que cuando me mudé a Cancún conocí a un gran ser humano, quien me tendió la mano, y que estuvo al pendiente de mí, ayudándome a integrarme más rápido a esta sociedad, me ayudó a alcanzar las metas de mi trabajo y a hacer más ligera mi vida en esta bella ciudad. Nos hicimos grandes amigos y les juro que siempre pensé que estaría conmigo, pero un día la vida me lo arrebató, fue una víctima más de la delincuencia. Lo más triste de todo, es que supe de su muerte por las redes sociales, no saben lo que sentí al ver en su muro de Facebook los mensajes de sus amigos despidiéndose de él, la impotencia que me daba el no haberle podido decir en persona lo mucho que significaba para mí, el haber postergado un día nuestra ida a cenar donde nos veríamos para ponernos al corriente y todo porque un día antes de su muerte yo estaba cansada y dije mejor nos vemos mañana, y ese mañana nunca llegó. Es lamentable que siempre dejemos todo para después, que no aprovechemos los momentos y a las personas cuándo las tenemos con nosotros.
Contrariamente cuando tenemos a un ser querido enfermo nuestra reacción es diferente porque constantemente tenemos la idea que llegará el día que no esté más con nosotros y valoramos más el tiempo que pasamos con ellos, pero ¿por qué sólo en este caso pensamos así? Seguramente porque vivimos siempre al día, saturados de cosas, dejando lo importante para mañana, y cuando digo lo importante me refiero a decir lo que pensamos y sentimos a la gente que queremos.
Hoy me gustaría dejarte una tarea: escribe en un papel los nombres de las personas que más significan para ti, al lado de sus nombre la fecha en la que hablaste por última vez con ellos; una vez que hayas hecho esto, te invito a que les llames y les digas lo que significan para ti, te aseguro que muchos no tienen idea de lo que piensas o sientes por ellos y que al recibir tu llamada les estarás mandando un mensaje positivo que les cambiará la vida.
Recuerda que lo importante es el HOY, el tiempo no regresa y lo que no digas hoy tal vez no tengas otra oportunidad, la vida nos regala personas y momentos que debemos atesorar, NO seas como todos y comienza haciendo la diferencia, di lo que sientes y piensas a la gente que te importa.