Cambio climático, tema de todos
Mildred C. Bacelis
@chef.mild.bacelis
En la actualidad, con la apertura de los medios de comunicación tradicionales y sobre todo las redes sociales, tenemos al alcance inmediato información de todo tipo. Tenemos la oportunidad de escuchar, ver y seguir a expertos de todo tipo de áreas. Y aunque pareciera que hay temas que pueden ser asunto de unos cuantos, o para los cuales la mayoría considera que son áreas ajenas y que no son responsables de todos. En realidad son asuntos primordiales que atañen a todos los habitantes del planeta. Uno de estos temas es el cambio climático, podríamos pensar que es un tema de científicos o ambientalistas, sin embargo, todos desde nuestras actividades tenemos la responsabilidad de involucrarnos y plantearnos una forma de impactar de manera positiva a los fines.
El conocimiento de los efectos
Pero la mejor forma de evolucionar para contribuir de manera positiva al cambio climático es primero saber que todas las actividades que realizamos. Ya sean profesionales o personales, contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero y, por tanto, al cambio climático, por lo que es importante conocer de qué manera podríamos reducir este impacto.
Los cocineros y la industria de alimentos y bebidas se ve comprometida en toda su cadena con el medio ambiente. Los efectos del cambio climático comprometen a la producción, cosecha y disponibilidad de los alimentos. La alimentación es una actividad que contribuye entre un 25 y 30% en la emisión de gases de efecto invernadero. Una de las que más lo afectan; así mismo los desperdicios que se generan en la producción y que van a vertederos o basureros en todo el mundo.
Seriamos insensibles e irresponsables si solo actuamos en la industria sin poner atención a estos efectos y sus impactos. La producción agrícola, su transportación y su manejo son actividades de corresponsabilidad tanto del productor, del transformador y del consumidor.
Planteamientos que contribuyen
Pero siendo concretos en las tareas y objetivos que debemos perseguir en la cocina, hagamos distinción de los siguientes:
- Diseño y creación de menús que contemplen insumos locales, que requieran una ruta corta de transportación.
- Reducción de los desechos alimentarios, el desperdicio de insumos supone un desperdicio de energías que fueron invertidas en su producción, como el agua.
- Análisis de las porciones de menú.
- Preferencia en el uso de insumos de los cuales su producción impacte a menor medida en la emisión de gases de efecto invernadero.
- Si es válida la alternativa de generar huertos urbanos en los centros de consumo que contribuyan a la transformación en espacios verdes, así como a la disponibilidad de alimentos frescos de proximidad inmediata.
- Análisis de las características y potencialidad de los residuos o mermas que se generan en las cocinas.
- Ser consciente inclusive sobre las características de los espacios físicos de los restaurantes y cocina, procurando el aprovechamiento correcto de ellos, así como la disminución en el uso de energía eléctrica.
A medida que podamos generar cambios en nuestros restaurantes, podremos contribuir comunitariamente a la reducción de emisión de gases y, por tanto, al cambio climático. Este es un tema urgente que requiere compromiso de todos. No podemos seguir siendo espectadores de los efectos y únicamente sufrirlos a un corto y largo plazo.
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