Ay el amor… cosa tan rara
En una ocasión más Dina Barrera nos promociona un interesante artículo para nuestra revista Integra Magazine, en donde nos hablará de diversos temas. Ay, el amor…
Por Dina Barrera
Dina Barrera 
@dinabarrera 
@dinabarrera
Esta canción justo hoy busqué quién la cantaba, ignoro si es la creadora, pero sí una de las tantas personas que la cantan, ella es Denise de Kalafe.
Es uno de esos recuerdos, que, desde niña, escucho a alguien siempre por alguna parte cantar solo esa estrofa. Tenía la duda de qué sigue, a qué se refiere con “cosa tan rara” … ¿Cosa?…
En estas fechas, primero “spring break”, sobre todo en los lugares turísticos, si de por sí ya tenemos un país problemático, en estas fechas es un caos, y está nuestro estado, desgraciadamente, en la mira del mundo.
De allí a nuestra semana santa, que aún hay muchos feligreses que toman esto en serio, y se entregan a sus creencias, hay (me incluyo en ellos) quienes de verdad y de corazón, fuera de un vinito y unos cuantos exquisitos quesos, esta semana la descansamos bien y bonito.
Pero si se dan cuenta, cada una de estas líneas trae inmersa la palabra amor… Por el disfrute de las vacaciones, por la entrega a tus creencias, o por el descanso… pero hablando en serio, que es “el amor”.
Definitivamente por muchos, muchos años, esta palabra esta en mi vocabulario casi a diario. Mi libro (que ojalá vea la luz del día) de ello trata. Pero… vivirlo, sentirlo, dejarse o caer en el amor… es muy distinto.
Una maravillosa ventaja
Tengo la maravillosa ventaja, en estas vacaciones, de que alguien tan cercano a mí, que casi se podría decir, hermano (a), esta pasando a esta, nuestra edad, por todo ese increíble y complejo bombeo de burbujitas por todo el cuerpo, que gustan, pero asustan, que quieres, pero tienes miedo. Que no estás segura de qué lado hay más, ni siquiera si… del otro lado también hay burbujas (y lo digo de esta forma, porque la científica ya todos la hemos escuchado, lo de la dopamina y todo eso).
Entonces, verlo (a mi amigo) hablando al respecto, analizando cada llamada después de colgar, ver el brillo de sus ojos, y su sonrisa, definitivamente me trae recuerdos inimaginablemente bellos. ¿Por qué no me enamoré más?, ¿por qué no he seguido tratándolo? Que te cuiden, que te vean super diferente a como eres (despeinada, distraída, con mente con demasiadas respuestas de múltiples opciones.
Pero así es, es raro, pero es divino, grandioso, de las pocas cosas complejas, que sí te sacan una sonrisa, y sí son tan satisfactorias. Lo imagino casi tan puro, leal e inocente, como un recién nacido. Así que… a que esperar más, aunque sea por internet, en el supermercado, en las escaleras de tu edificio… ¡Que viva el amor! Y “Vivre la vie”
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