Objetividad en la comunicación

La objetividad en la comunicación no es común en la práctica. Pero debería ser una obligación de cualquiera que se dedique de manera profesional a esta actividad.

Podemos entender que quienes de manera improvisada se dedican a dar información en las plataformas digitales pierdan la objetividad al comunicar, y esto resta seriedad provocando confusión.

Ya han pasado las elecciones y debemos pasar la página. Si bien los políticos no ponen de su parte para evitar la polarización, como ciudadanos debemos entender que bajo la premisa del “divide y vencerás”, ellos son los únicos que ganan ante esta postura.

Soy fifí o soy chairo, los calificativos que nos dividen

¿Por qué digo esto? Bien, cuando la sociedad está dividida y radicalizada, se pierde la oportunidad de debatir. “Yo soy pro y tú eres contra, tú eres chairo y yo soy fifí“, esto va abriendo un abismo entre opiniones. Y al no poder debatir para que con argumentos convenzamos a otro, ellos tienen el control de la narrativa y la ciudadanía es la que pierde.

Todos los gobiernos tienen aciertos y desaciertos. Al tener la obligación de gobernar para todos, tienen que establecer programas que beneficien a todos los estratos sociales. Que unos comenten más errores que otros, pero no reconocer aciertos, así como también levantar la voz ante sus barbaridades, es igual de malo.

A esto hay que sumarle la personalidad del político, como habla y su expresión corporal, todo esto influye en la percepción de los gobernados. Por eso es importantísimo el papel que los medios de comunicación tienen, así como el de los líderes de opinión. Una objetividad en la comunicación

Aprendamos a leer las señales de medios y comunicadores

Es muy común observar en las notas periodísticas de personajes de la política, que si la foto del personaje del que están hablando pareciera que escogieron la peor foto para publicarla, el medio en definitiva, tiene animadversión por el personaje. Si en la nota se usan calificativos negativos, hay animadversión, así como si hay calificativos notoriamente positivos, se piensa que, o hay acuerdo económico o beneficios por parte de este político para el medio.

Lo mismo pasa en el lenguaje del comunicador, los calificativos nos permiten identificar la falta de objetividad.

Es muy difícil tener objetividad en la comunicación

Es verdad que es muy difícil ser objetivo en cuanto a los políticos, sobre todo porque hay un hartazgo de la clase política por parte de los ciudadanos. Por eso es importante estar pendiente y conocer más a detalle los programas de gobierno, así como las leyes que se crean o se modifican.

Los gobiernos han hecho muy mala la labor de comunicación. Siguen hablando en sus comunicados en lenguaje que solo entienden los mismos políticos o expertos en políticas públicas.

Es importante leer y entender la información, hay programas de gobierno de los que podemos beneficiarnos y por no comprenderlos, nos perdemos de estos, los que se benefician de nuestra ignorancia son los partidos en el poder, que les hacen llegar a sus adeptos la información y generan con esto el “clientilismo electoral”. Si entendemos que estos programas se hacen con nuestro dinero, entonces todos podemos participar de estos programas.

Puede no gustarnos uno u otro partido, pero quien sea que haya ganado, trabaja para nosotros, no para su partido. Valorar las acciones de un gobierno en turno nos permitirán avances, ya que al final, gobiernan individuos. Conocer lo bueno y lo malo que hacen, nos permitirá al final poner en una balanza si es más bueno que malo, o viceversa.

Solo siendo objetivos, podemos estar abiertos a discutir sin posturas radicales a un gobernante y los comunicadores tienen la obligación de poner de su parte para evitar que los mexicanos sigamos divididos.

¿Estás dispuesto a hacer un esfuerzo tú, para recuperar la capacidad de discutir sobre política, escuchando a otros con posiciones diferentes a la tuya? Solo con la objetividad en la comunicación como individuos podremos recuperar la capacidad de diálogo.

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