La cereza del pastel

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La cereza del pastel

Por: Dina Barrera

 las Kardashian Dina Barrera Dina Barrera    las Kardashian Dina Barrera@dinabarrera   las Kardashian Dina Barrera@dinabarrera

Estamos a unos días de Navidad, las personas están extasiadas por tanta publicidad, te atiborran de información de compras y vacaciones; sin embargo, hay personas de seguro, que quieren cerrar el año al 100%, checar los logros del año pasado, ver cuántos les faltaron, para ver como acomodarlos en las promesas, del próximo.

La mayoría desgraciadamente no somos así, no por nada el dicho: Si quieres ver a Dios reír, cuéntale tus planes; sin embargo, y con todo y las posadas, los regalos, y el viejito gordito y vestido de rojo que nos puede distraer todo el mes, aprendí que no hay mayor satisfacción, que lograr tus propósitos.

La importancia de definir metas

La cereza del pastel

Estoy tomando un diplomado sobre psicología espiritual, que aún no termina, pero en una de las materias viene la importancia de ir definiendo tus metas por mes, trimestre o semestre (depende tus deseos), dice por supuesto que es importante que seas realista (como tratar de perder peso en poco tiempo), que seas responsable con tus deseos (solo con pastillas no se puede, hay que llevar dieta y ejercicio), y te pongas metas, que te ayuden a poder con el objetivo. También que es de suma importancia, festejar y agradecer por los triunfos logrados, sean lo pequeños que estos sean.

En mi caso salí de carrera hace más de 25 años. En aquel entonces, al campus en el que estudié le decían “ranchus” había solo 3 carreras, y estaba en las afueras de Monterrey. Ahora la Udem se ha transformado en una universidad de reconocimiento mundial, con intercambio en países relevantemente buenos, y maestros a la altura de las mejores universidades del mundo (a y claro que ha crecido tanto Mty., que ya no está en las afueras). Pues mi disyuntiva fue (cuando terminé mi carrera), que, para que te den tu título, tienes que hacer una tesis, aparte un examen final, y tener no sé cuántas horas de servicio social. Pues yo tenía todo menos la tesis; en aquel entonces eran otras épocas y mis padres me ofrecieron enviarme a Francia, y claro que preferí eso que matarme buscando cómo hacer una tesis.

El que persevera alcanza

Finalmente, este semestre hice la tesis y me titulé. Pienso que debía cerrar un ciclo, que, aunque profesionalmente ya estaba más que completado, no por nada todo el trabajo en medios de comunicación, me doy cuenta que quería tener todo completo. Un título no me define, pero es un papel importante a nivel profesional, del feliz término de una parte de tu vida.

Es como un pastel, sabe muy rico porque está bien hecho, pero se ve un poco más hermoso, con la cereza hasta arriba.

Lo logré, y cuando me preguntó uno de mis sinodales que se sentía, le dije: no me siento más sabia porque creo que ese don viene de otra parte, pero sí más inteligente, volví a utilizar cosas que olvidé que existían, y aprendí muchísimas más.

Así que cada vez que abras un ciclo, ciérralo, nunca es tarde y, te aseguro que se te abrirán muchas puertas importantes.

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La cereza del pastel

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