Ser Aliado en 2023: ¿Por qué es necesario más que nunca?

Qué difíciles tiempos para ser aliado de la diversidad. Fue lo primero que pensé al leer la noticia de que Laura Ann Carelton, diseñadora y dueña de una tienda en California, había sido asesinada tras una disputa con una persona que estaba en contra que Laura tuviera una bandera del orgullo en su escaparate. Esto pasó en Estados Unidos en pleno 2023, en una era donde creíamos que los derechos de las personas LGBTQ+ su seguridad y la de nuestros aliados se daba por sentado.

No puedo imaginar lo que los 9 hijos de esta mujer están sintiendo. Por más frases de apoyo y solidaridad que podamos escribirles, nunca vamos a poder llenar el hueco que su madre ha dejado en este mundo. Solo podemos cerrar los ojos y desear que Laura sepa que, como comunidad, no tenemos manera de agradecerle ser nuestra aliada, no solo con una bandera, sino a través de años que visibilizó a nuestro colectivo, según sus amigos y lugares de trabajo previos.

Esta desoladora noticia se suma al asesinato de O’Shae Sibley, que fue cruelmente acribillado hace un par de meses por estar bailando en una gasolinera en Brooklyn. ¿Qué está pasando? ¿Dónde estamos seguros? ¿En qué momento las personas LGBTQ+ y nuestros aliados nos volvimos un blanco de tanto odio?

La respuesta es clara: hemos sido politizados y utilizados como un blanco de división, ya que el odio divide, y un pueblo dividido es mucho más fácil de ser gobernado, porque está distraído con “enemigos públicos” como ahora está pasando con las personas trans en estados como Florida o Texas en Estados Unidos o inclusive los artistas Drag.

Ante tiempos tan complicados, legislaciones sin sentido en contra de las personas trans, bloqueo de libros, segmentación en deportes y politización de la orientación sexual e identidad de género: no podemos dar un paso atrás en levantar la voz y hacernos presentes. Nos lo debemos a nosotros mismos, a las miles de personas que literalmente dejaron su vida en marchas y manifestaciones para nuestros actuales derechos, pero sobre todo se lo debemos a las nuevas generaciones.

Como mexicano nacido en un contexto conservador, me juré a mí mismo que haría todo lo posible en mi pequeña escala social y laboral, a contribuir en la construcción de un mundo más justo, donde cada menor pudiera expresarse y disfrutar, ser su versión más auténtica, algo que muchos de nosotros no pudimos ser por décadas, y tristemente muchos todavía aún hoy, no pueden. Le debemos la lucha, la visibilidad y la protección de nuestros derechos humanos a las nuevas generaciones.

Por ti Laura, por ti O´Shae, y por tantos que les arrebataron la vida por luchar por la diversidad: vamos a seguir brillando con todos nuestros colores y lo más importante: vamos a seguir mostrando cada día que Amor es Amor. Y por favor aliados, los necesitamos hoy, más que nunca.
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