Crónica de una muerte anunciada
Por Callo
Callo de Hacha Callo de Hacha Callo de Hacha
La derrota del PRIAN en 2024 es inevitable. Se lo he venido diciendo desde el primer día que usted y yo nos conocimos en estas páginas, pero parecería que ahora, a meses de la elección presidencial, son los mismos integrantes de este engendro político quienes ya se dieron cuenta que su proyecto está muerto. – Callo de Hacha –
Una de las preguntas que más recibo en las calles es “Callo, ¿Por qué te volviste chairo?”, a lo que siempre respondo, “todo lo contrario”. Chairo, sería si fingiera que no me doy cuenta de lo que sucede en las calles de nuestro país; Chairo, sería que no pudiera ver la enorme popularidad de la que goza el partido oficial; Chairo, sería engañarme a mí y a ustedes. Pero por suerte, tengo dos ojos y dos oídos que siguen funcionando a la perfección. Y parece ser cada vez son más los políticos que abren los ojos a lo que les cuento.
Por ejemplo, tan solo este mes, confirmaron que se bajan de la pelea: Lilli Téllez, Claudia Ruiz Massieu, Alejandro Murat, Gustavo de Hoyos, Juan Carlos Romero Hicks, José Ángel Gurría, y contando. La mayoría se despidió con duras críticas al método de selección elegido por el “Frente Amplio por México”.
Todo lo contrario, a lo que sucede con las corcholatas de Morena, quienes se mostraron juntas tras el mensaje que brindó el presidente Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo para celebrar el quinto aniversario de su victoria electoral: “La unidad es nuestra fuerza”, fue el mensaje que escribió Marcelo Ebrard al publicar una fotografía donde posan todos los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial rumbo al 2024. A cinco años de haber ganado la Presidencia de México, AMLO ofreció un discurso frente a más de 200 mil personas que se dieron cita en el zócalo capitalino. De nueva cuenta, el movimiento llamado “cuarta transformación” abarrotó la plaza de la constitución. Esta fue, sin duda, una de sus últimas oportunidades de mostrar músculo antes de la elección presidencial. Y vaya que su músculo sigue intacto.
Mire, no le quiero romper su corazoncito conservador, pero se lo voy a poner, si se pudiera apostar por los políticos, así como hace uno con los caballos de carreras, le aconsejaría apostar al caballo moreno. Claro, si lo que busca es no perder su dinero, pero si como en las Vegas, lo que usted busca es divertirse, bueno, entonces esa ya es otra historia.
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