Hoy quiero presentarles a mi “ángel”
Por Daniel José Rivera Viera – CRM
Hoy quiero presentarles a mi “ángel”: la inteligencia artificial (IA), que me ha brindado enormes contribuciones en más de una ocasión.
De forma sencilla, la IA es una tecnología que aprende y realiza tareas antes hechas por personas, cada vez de manera más compleja. A medida que la usamos más, se vuelve más inteligente y nos facilita la vida en todos los aspectos, desde lo laboral hasta lo personal. Ya sea redactar un correo, desbloquear nuestro celular o buscar una dirección, la IA está ahí para ayudarnos.
Antes, tareas como una investigación bibliográfica tomaban muchas horas. Hoy, gracias a la IA, ahorramos tiempo y dinero. Este tiempo extra es un recurso invaluable que nos permite ser más eficientes en todo lo que hacemos.
Sin embargo, el rápido avance de la IA ha generado temores sobre el futuro del empleo. Muchas personas se preguntan si serán reemplazadas por máquinas, especialmente en trabajos repetitivos o de baja cualificación. Estos miedos son comprensibles, pero es importante abordar esta situación de manera proactiva. Según un estudio de McKinsey Global Institute, el 49% de las actividades laborales actuales podrían automatizarse con tecnologías existentes.
¿Cómo aseguramos que los trabajadores en esos empleos puedan reciclarse y mejorar sus habilidades? Depende, en gran medida, de que las empresas lo hagan a escala, no de cientos, sino de miles de trabajadores.
Para mitigar el impacto de la IA en el empleo, es fundamental que los gobiernos y las empresastomen medidas, como:
- Regular la IA: Establecer un marco normativo claro que proteja a los trabajadores y evite abusos.
- Reentrenar a la fuerza laboral: Preparar a las personas para los nuevos empleos que surgirán gracias a la IA.
- Fortalecer la educación técnica: Invertir en programas que enseñen las habilidades necesarias para trabajar con inteligencia artificial.
- Proteger a los trabajadores desplazados: Ofrecer redes de seguridad social y programas de apoyo para aquellos que pierdan sus empleos.
- Fomentar el emprendimiento: Apoyar la creación de nuevas empresas que aprovechen las oportunidades que ofrece la IA.
La IA es una herramienta poderosa que puede mejorar nuestras vidas, pero debemos asegurarnos de que su desarrollo beneficie a todos. La colaboración entre gobiernos, empresas y trabajadores es clave para construir un futuro donde la inteligencia artificial sea un aliado y no una amenaza. Por esta razón hoy quiero presentarles a mi “ángel” y sus beneficios.
Los desafíos que traeel desarrollo e implementación de la IA aún plantean muchas preguntas, sobre todo en términos de normatividad estándar internacional, ética, transparencia, protección y privacidad de datos, investigación, desarrollo y seguridad. Aunque algunos países como Alemania, Estados Unidos, China, Israel, Canadá, Singapur, Corea del Sur y Japón han tomado la delantera en este tema, para los países en desarrollo la realidad es muy distinta. Por tanto, es imperativo que estos tomen cartas en el asunto antes de que sea demasiado tarde y el crecimiento de la IA se convierta en un detonante de caos social.
Ejemplo práctico: La historia de Marta
Para ilustrar cómo la IA puede convertirse en un aliado y no en una amenaza, les comparto la historia de Marta. Marta es una bibliotecaria de 52 años quetrabajó toda su vida en una biblioteca pública. Con el paso del tiempo, vio cómo su trabajo se volvía más desafiante: había más libros, más usuarios, y menos personal para atender a todos. Además, la tecnología avanzaba rápidamente y ella sentía que le faltaban herramientas para mantenerse al día.
Hace un año, Marta participó en un programa de capacitación en IA. Aprendió a usar herramientas de inteligencia artificial que ayudaban a organizar el inventario de libros y automatizaban las recomendaciones de lectura para los usuarios. Al principio, le preocupaba que la IA la reemplazara, pero rápidamente descubrió que no era así. En cambio, estas herramientas le dieron más tiempo para centrarse en actividades creativas y en el servicio personalizado para los visitantes, algo que antes no podía hacer.
Gracias a la IA, Marta también pudo diseñar un programa de “Libros Recomendados”, en el que cada usuario recibía sugerencias de lectura basadas en suspreferencias. Esto no solo aumentó la satisfacción de los usuarios, sino que también la hizo sentir más útil y valorada. Además, con el tiempo que ahorraba en tareas repetitivas, pudo iniciar un club de lectura y organizar eventos para la comunidad.
Hoy quiero presentarles a mi “ángel” bajo la historia de Marta, que nos enseña, que, en lugar de ser reemplazada. La IA le permitió desempeñar un papel más creativo y humano en su trabajo. Su experiencia es un ejemplo práctico de cómo la inteligencia artificial, bien utilizada, puede enriquecer nuestras vidas y ayudarnos a crecer en vez de relegarnos.
Podrás leer el artículo anterior de Daniel José Rivera Viera aquí: No hay paraíso sin visitar el purgatorio: la realidad de migrar
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