En difícil situación los pescadores por la pandemia, mal tiempo y empresarios abusivos
Los pescadores pasan por una situación complicada, pues sus dos actividades principales, la pesca y la actividad turística, se han visto afectadas por la pandemia, el mal tiempo, y empresarios que se aprovechan de sus necesidades para comprarles barato la captura, dijo Baltazar Gómez Catzín, presidente de la Sociedad de Cooperativas Pesqueras de Quintana Roo.
El dirigente manifestó que pasan por una situación complicada, tanto en la parte turística como en la pesca, que son las principales maneras que tienen para vivir en Isla Mujeres, pero tienen confianza en que esta situación mejore.
“Podríamos decir que en la pesca está entre bien y mal, pues a gracias a Dios cuando podemos salir a pescar nos va bien”, comentó.
Entrevistado por Radio Fórmula, manifestó que, al reducirse el número de turistas como consecuencia de la pandemia, se vieron obligados a enfocarse más a la pesca.
“De marzo a la fecha, hubo mucha gente que se integró a la pesca, pues era la única manera de poder sacar adelante a la familia. Hasta los compañeros que se dedican a llevar turistas a ver al tiburón ballena comentaron que al no haber mucha demanda tuvieron que ponerse a pescar”, señaló.
Al abrirse el puerto, después de varios días de permanecer cerrado, dijo que aprovecharon para buscar las trampas que dejaron con la esperanza de que no se hayan extraviado o destruido y que tener buena captura de langosta.
“Cada trampa cuesta unos tres mil pesos. Una partida de pescadores de la Cooperativa de Isla Mujeres salió para localizarlas, pues con ellas podemos obtener en dos o tres días lo que no logramos en un mes, siempre y cuando haya langosta”, indicó.
En el caso de las redes, mencionó que ahora no es conveniente utilizarlas, pues si se tiran por el viento de tierra, como le decimos, se van a llenar, pero de yerba.
Gómez Catzín señaló que hay empresarios que tomaron la decisión de pagarles menos por la captura de escama y langosta y se aprovechan de la desesperación de los pescadores que no tienen otra fuente de ingresos.
“Le bajaron el precio a los pescadores, pero si vas a los negocio de ellos ves que la langosta la venden a 700 pesos el kilo de colas y nos pagan a nosotros a 450 o 500 pesos. Tanto el empresario como el pescador deben ir de la mano, con ganancias parejas”, indicó.
También hizo un llamado a los pescadores a que tengan toda su documentación en orden, pues la Marina realiza constantes patrullajes de inspección, y sería una pena que por no llevar sus papeles se tengan que regresar a la playa.
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