Tertulia de oposición

El segundo oso más grande del planeta es el polar y vive en zonas heladas del hemisferio norte. El primero es el de la oposición partidista en México.

(para quienes nos leen fuera de México, cuando decimos oso, lo usamos como sinónimo de vergüenza o de dar pena)

Un panorama rumbo a las Eleciones 2024 en México

Por: Sarah Morales

Sarah Morales

El fenómeno morenista trajo consigo la sequía en los partidos de oposición. Ya que muchos de ellos fueron en búsqueda del árbol que más sombra les diera y ese era por supuesto papi morena.

En las elecciones del 2018, figuraban 4 candidatos opositores a Andrés Manuel López Obrador, representante de la coalición “Juntos haremos historia” integrada por Morena, PT y Encuentro Social.

Al interior del PAN, surgió una pugna por la candidatura entre Margarita Zavala y Ricardo Anaya, al no ponerse de acuerdo (típico del panismo). Hubo una ruptura entre estos grupos y al final el abanderado de partido acción nacional, resulto ser Ricardo Anaya. Representado también por los partidos revolución democrática (PRD) y Movimiento ciudadano con la coalición “México al frente”.

 

Por su parte, Margarita Zavala no se quedó de brazos cruzados y se lanzó como candidata independiente, logrando juntar todos los requisitos del órgano electoral. Si esto fue un acierto o no, eso ya es otra historia, la cuestión es que desde ahí parte la tremenda decadencia de la oposición. Ya que el PAN resultaba ser lo más cercano a hacerle frente a Morena, pero sus berrinches personales, marcaron la pauta para las primeras letras de su lápida fúnebre.

Por otra parte, se encontraba el que, para la escribiente contaba con las mejores características presidenciables y mejor perfil para dirigir nuestra nación; Antonio Meade, político, jurista y economista mexicano.

Antonio Meade estudió economía y derecho por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con un doctorado en economía por la Universidad de Yale, abanderado por la coalición “Todos por México” integrada por PRI, PVEM y partido Alianza.

Probablemente el candidato de la coalición “Todos por México”,  falto del carisma que, a Jaime Rodríguez, mejor conocido como “el bronco” le sobraba y del sarcasmo que Anaya manejaba con gracia. Parecía ser la opción más loable, sin tendencias personales o apasionamientos partidistas.

“EL BRONCO”

Por otro lado, surge una figura un tanto radical cuyas maneras poco ortodoxas, le hicieron ganar ciertos adeptos y simpatías, pero a la vez, detractores y apatías. El sugerente mocha manos, logro posicionarse entre las preferencias del electorado a pesar de no tener un partido político que lo sustentara. Jaime había ganado la gubernatura de Nuevo León como candidato independiente y esta vez, iba por la “grande”.

Al final de la contienda, solamente quedaron Meade, Anaya y Rodríguez, como oposición de López, ya que Zavala renuncio previo a la elección a su candidatura.

AMLO ganó la presidencia, con un aplastante 53% de los votos, por delante de Ricardo Anaya (22%-22,8%) y José Antonio Meade (15,7%-16,3%).

Meade se “retiró” de la escena política, pero Anaya se quedó en el viaje campañero y previo a las elecciones de manera muy precipitada y en un acto de desesperación, se destapa para la presidencia del 2024, dedicándose a hacer un cúmulo de señalamientos y acusaciones que no tuvieron mayor trascendencia. Mientras Ricardo andaba de gira, haciendo una serie de videos que terminarían siendo material “memero”. Margarita Zavala, junto con su esposo el expresidente Felipe Calderón, ya emancipados completamente del PAN, creaban un partido de oposición cuyo registro le fue negado por evidentes razones.

El PRI, acabado completamente, se convirtió en PRIMOR, ya que la mayoría de los actores políticos pasaron del tricolor al guinda sin rechistar. Del PRD ni hablamos, ese lleva años agonizando.

El 22 de diciembre del 2020, sucedió lo inimaginable, el más grande de los bodrios políticos tomaba forma bajo el nombre de “VA POR MÉXICO”, un inverosímil hibrido compuesto por PAN, PRI y PRD, se unía para hacerle frente al popular MORENA. Esta idea surge de la iniciativa de algunos de los empresarios más fuertes del país, por la preocupación de ver el mal manejo de López.

Estas personalidades se reunieron con los dirigentes nacionales de los partidos mencionados con el propósito de ser un contrapeso político para el guinda. Lo que no tomaron en cuenta, es que la fuerza opositora está en la ciudadanía y no en el partidismo. El problema es el abstencionismo y no me explico cómo creyeron que juntar a los partidos más despreciados de México, iban a lograr que la gente saliera de sus hogares y votase en las siguientes elecciones en contra de morena.

Alejandro Moreno (PRI), Marko Cortés (PAN) y Jesús Zambrano (PRD) no tardaron en empezar a mover sus fichas a su conveniencia. Y en donde se suponía debían de colocar perfiles ciudadanos, limpios y capaces para las candidaturas, pusieron a políticos reciclados y de pésima reputación (con sus excepciones, pero pocas). Y fue así como esta alianza se convirtió en un chiste nacional, ocasionando aun mayor desprecio y apatía ciudadana.

Elecciones 2024 México

Estamos a menos de dos años de las elecciones presidenciales y la oposición sigue sin ponerse de acuerdo, solo se dedicaron a negociar y a simular. Mientras morena sigue tomando fuerza y ya está organizado en su proceso interno. Hoy, los únicos perfiles que “suenan” para las elecciones del 2024 en México son los morenistas: Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto y Ricardo Monsreal.

 

La oposición es un chiste mal contado, con un Panismo que sigue creyendo que la política es tomar café en restaurantes de Polanco, un priismo que solo pretende negociar para no perder su registro y un Perredismo que está esperando las migajas.

Mientras que Lilly Téllez busca una candidatura independiente vociferando la misma letanía incriminadora y nada propositiva, esperando ganar adeptos por sus políticamente inservibles “ovarios bien plantados”. FRENA sigue arremetiendo más no proponiendo, El verde ecologista comiéndose las uñas por Chelo Ebrard y Dante Delgado más ocupado por legalizar la mariguana.

La única que podría valer la pena, pero difícilmente el PRI lo va a aceptar, es Beatriz Paredes. Una política en toda la extensión de la palabra, capaz, capacitada y lista para gobernar.

Seguiremos pendiente de los desaciertos de oposición, mientras degustamos de un rico pan de muerto y chocolate caliente.

 

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