Marketing político o politing
¿Son los candidatos un producto o un ideario?
Oficialmente han iniciado las campañas y ya empezamos a ver personajes ofreciendo su mejor sonrisa, hablando de lo que han hecho mal sus adversarios y en pocos casos, propuestas de impacto profundo en sus promesas de campaña. Por cuestiones de pandemia las campañas de este año se verán en gran medida en las redes sociales, por lo que tenemos una oportunidad de documentar promesas y analizarlas muy bien.
Pero en este bombardeo de información electoral que recibiremos, ¿qué es lo importante? Los políticos y sus equipos de campaña tratan de vendernos a una persona, nos dirán lo que quieren que sepamos de ellos, es decir: su mejor rostro, la foto perfecta y un eslogan que sintetice lo que nosotros anhelamos de un político. Eso es mercadotecnia política. Cualquier mercadólogo puede vender a un personaje, basta un análisis de mercadeo de lo que necesitamos en nuestro estado o ciudad para establecer un buen folleto y una línea de comunicación.
Francisco Montero, estudioso de la mercadotecnia y la política acuñó “el politing”, definiendo lo que un aspirante a un puesto de elección popular debe dar a conocer entre sus electores, es decir, lo importante está en cómo va a hacer lo que ofrece. El político debe comunicar de manera breve y clara cómo hará lo que dice que hará.
Nosotros como afectados directos de la persona que elegiremos para representarnos, tenemos que buscar esa información, no permitir que nos vendan espejitos, no dejar que nos vendan una cantidad de increíbles promesas que normalmente se quedan sin cumplir. Necesitamos que nos convenzan con el cómo harán esas promesas realidad.
Te invito a informarte en la web sobre el politing ya que como electores tenemos la obligación de votar, pero esa obligación debe ir acompañada de la responsabilidad de informarnos para poder elegir bien. Después podremos exigir en el ejercicio de la persona elegida, el cumplimiento de sus promesas de campaña.