
“La inocuidad alimentaria, responsabilidad de todos”
Por: Mildred C. Bacelis
@chef.mild.bacelis
El manejo higiénico de los alimentos implica una serie de prácticas y procedimientos destinados a prevenir la contaminación. y garantizar la inocuidad de los productos desde su preparación hasta su consumo final. Estas normativas contemplan aspectos como la higiene personal de los colaboradores, la limpieza y desinfección de áreas, equipos y utensilios, el adecuado almacenamiento de ingredientes., control de las plagas, el control de la temperatura durante la manipulación y el servicio de alimentos y la capacitación del personal en estas áreas.
Cancún Seguro
En un destino turístico como Cancún donde la gastronomía juega un papel tan importante en la experiencia de nuestros visitantes. El cumplimiento de las normativas de higiene alimentaria son fundamentales. Las buenas y malas experiencias son un tema de corresponsabilidad civil por parte de los restauranteros y de los manipuladores de alimentos.
Las auditorías de manejo higiénico y buenas prácticas son herramientas clave para evaluar y garantizar el cumplimiento de estas normativas. Estas evaluaciones, realizadas por expertos en seguridad alimentaria, permiten identificar posibles riesgos de contaminación y brindar recomendaciones para mejorar los procesos de almacenamiento y procedimientos de preparación de alimentos.
Las malas prácticas salen caras
Las supervisiones sanitarias se basan en las normativas establecidas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). Así como en estándares internacionales reconocidos en caso de que el centro de consumo cuente con dichos estándares o se encuentre en vías de obtenerlos.
Para los centros de consumo de alimentos, someterse a auditorías o estándares de higiene no solo es una obligación legal, sino también son una inversión en la reputación y la credibilidad del restaurante. Los consumidores valoran cada vez más la calidad y la seguridad de los alimentos que consumen. Y un establecimiento que demuestra un compromiso con la higiene alimentaria puede ganarse la confianza y la lealtad entre los clientes.
Beneficios para todos
Además, mantener altos estándares de higiene no solo beneficia a los clientes, sino también a los colaboradores y al negocio. La prevención de enfermedades transmitidas por alimentos, como la intoxicación alimentaria, puede evitar costosas multas y sobre todo daños a la reputación que podrían ser irreparables. Sin embargo, lo más importante es el daño grave que podrían causar a una persona o familia. Por otro lado, un enfoque proactivo en la seguridad alimentaria puede mejorar la eficiencia operativa y reducir el desperdicio de alimentos., por un mal almacenamiento, por lo que realizar las prácticas correctas es también un método de aseguramiento del control de costos.
Es importante reconocer que la inocuidad de los alimentos es una responsabilidad compartida y de una larga cadena en la completa trazabilidad de cada uno de los insumos. Desde los productores agrícolas hasta los distribuidores e intermediarios, los restaurantes y los consumidores finales, todos tienen un papel que desempeñar en la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos.
La educación y la concientización sobre la manipulación de alimentos son clave para promover una cultura de higiene alimentaria en la industria de alimentos y bebidas, pero también en la sociedad. El dar a conocer las diferentes formas en las que se pueden contraer dichas enfermedades y los métodos para evitarlas orientará a las buenas prácticas y sobre todo a tener claridad sobre el desempeño responsable de sus actividades.
Como restaurantero es importante considerar capacitar a nuestros colaboradores en estos temas, la responsabilidad es de todos. La salud y vida de nuestros clientes se encuentra literalmente en nuestras manos.