La decisión

Por: Pepé Juan Chilón

La salud de los niños es indispensable y responsabilidad directa de los padres de familia, proteger a nuestros hijos de cualquier abuso o riesgos es parte de nuestra maravillosa función.

¿Pero qué sucede con los maestros en el salón de clases?,  ¿Cuál es su responsabilidad?, ¿Cuál es la sanción si nuestros hijos sufren una lesión, accidente o enfermedad contagiosa?

Por supuesto que el colegio es responsable y en todos los sentidos. El cuidado y protección se extiende del hogar a la escuela, incluido el trayecto de ida y vuelta.

Ante la polémica generada por la ignorancia, se propone volver a las aulas sin darle importancia a un semáforo, que su servidor dijo es inconstitucional, sólo que, hay un pequeño detalle; por encima de ese semáforo existe un acuerdo oficial expedido por las autoridades de salud, que declaró una pandemia  y se ordenó suspender actividades no esenciales. La obtención de clases presenciales fue resuelto mediante el internet; en ese sentido el Derecho Fundamental de los Niños a continuar con sus estudios se está cumpliendo. Por supuesto que la afectación a las finanzas del sistema de escuelas privadas ha sido brutal, la quiebra técnica es real. Ante este escenario los propietarios deciden volver a las clases presenciales ¿por qué?  Me parece muy sencillo: No hay confianza en las decisiones tomadas por el Gobierno Federal, que ante la incapacidad mostrada ya no goza de credibilidad.  Sin embargo hay una disyuntiva: ¿Vale la pena arriesgar la salud de nuestros hijos?, ¿Es más valiosa su vida o la economía de las escuelas particulares?  Lo dejo para la reflexión.  Si creemos que no pasará nada, adelante con el envío de nuestros hijos a sus salones de clases, ¿quién responderá en caso de contagio?  Porque es nulo todo documento firmado en el que se renuncie a un derecho humano de los niños como la salud.

Nos leeremos en la próxima.