La decisión que me cambió el rumbo

La decisión que me cambió el rumbo

Castillos de Azúcar

Por: Madeleine Palacios

Instagram @Madeleine2706

Hablar de nuestros sentimientos nunca ha sido fácil, en la mayoría de las ocasiones hablamos a medias o según nuestros interlocutores, cuando se trata de tomar decisiones nuestros sentimientos tienen un peso importante y nos dirigen ya sea a tomarlas apresuradas o siguiendo lo que otros nos aconsejan.

Les cuento que en lo personal más de una vez he tomado decisiones basadas en sentimientos y si bien es cierto que en la mayoría me ha ido bien, algunas otras resultaron distinto a lo que yo esperaba, sin embargo, han sido estas decisiones las de mayor aprendizaje.

Hace tiempo me arriesgué a tomar una que, si bien es cierto cuando la pensé todo parecía maravilloso, cuando la viví no fue del todo como lo había imaginado, pero, a decir verdad, ha sido una etapa en mi vida que agradezco y que me ha marcado de una manera que nunca imaginé.

Gracias a esta aventura pude acercarme a gente que jamás pensé, de hecho esa persona especial en algún momento de su vida ni siquiera me consideraba ya, pero a raíz de esto, se fortaleció tanto nuestra amistad, que aún y cuando estamos lejos, estamos más cerca que nunca, hemos compartido cosas y nos hemos conocido de una manera que ambos nunca pensamos, sin prometer nada ha estado conmigo ayudándome incondicionalmente en todo lo que puede, ahora estoy segura que tenía que pasar de esta manera porque si bien es cierto que hace más de cuatro años que nos conocemos nunca habíamos tenido una relación de amistad tan fuerte y sólida como la tenemos hoy.

Por otro lado, conocí y aprendí de personas que sin pedir nada a cambio me demostraron una vez más lo importante de la humildad, de ayudar al prójimo, de brindar seguridad en momentos de soledad y tristeza, el valorar las frases ¿cómo te fue?, ¿necesitas algo? o simplemente recibir un abrazo en el momento indicado. En este viaje pude rencontrarme, pude ver claramente y poner en una balanza lo que realmente me hace feliz, de lo que quiero y lo que no en mi vida, darle la importancia a la familia, a conocer a los verdaderos amigos que sin preguntar nada siempre están ahí dispuestos a ayudar, a reconocer las falsas promesas, a conocer mis límites, a darme cuenta que se puede vivir con lo básico, a valorar aún más mis sueños y a luchar por ellos, que lo más importante soy yo, que todo en esta vida es aprendizaje pero sobre todo que los tiempos de Dios o de cualquier ser supremo son perfectos.

Reconocer que no debo anteponer los gustos o sentimientos de las personas antes que los míos, que la envidia o el miedo siempre están ahí pero hay que saberlos llevar, que lo importante es dar el cien en cualquier actividad que realice, que debo marcar límites porque si no lo hago yo, nadie lo hará, que todo lo que decida hacer lo debo hacer por mí y no por nadie más, pero sobre todo que no importa lo apurada que esté, siempre debo de tomarme un tiempo y no tomar decisiones apresuradas, porque cualquier decisión no solo me involucra y afecta a mí, sino también a otras personas.

Hoy agradezco el haber vivido esa aventura porque me abrió los ojos y me preparó para lo nuevo que me espera, agradecida y con los brazos abiertos estoy lista para lo que venga.

¿Y a ti que decisión basada en sentimientos cambió tu rumbo? ¡Compártela me encantaría leerte!

 

 

 

Categorías
Compartir

COMENTARIOS

Wordpress (0)
Disqus (0 )