Inclusión LGBT+ en tu empresa: ¿Sí o no?
Por Albert Pino.
Es impresionante lo mucho que ha avanzado el mundo en inclusión LGBT+ (Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual y otras) en espacios laborales. Como si siempre hubiera sido así, cada junio vemos en el mundo, empresas globales cambiando sus logos por versiones mucho más coloridas, llenas de arcoíris para marcar su apoyo a una comunidad que hasta hace unas cuantas décadas, además de no incluida, era totalmente discriminada de cada comunidad o espacio laboral. Recordemos que hasta 1989 la homosexualidad estaba catalogada por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad mental.
La pregunta que muchas empresas se hacen internamente, sobre todo en Latino América, donde las empresas familiares imprimen mucho de su código de valores y religión, es que tanto estos posicionamientos de apoyo a la comunidad LGBT+ aplican o pueden costar vínculos comerciales o inclusive conflicto con empleados.
Después de oír varias veces estos cuestionamientos, personalmente tengo ya casi mecanizada una respuesta:
1) La inclusión es indispensable en cualquier espacio laboral ya que el respeto a la expresión de género y orientación sexual son tan indispensables como el respeto hacia diferentes razas, credos y edades. Toda empresa en 2020 debe tener una clara política de no discriminación estructurada en cómo garantizar no solo la seguridad de sus colaboradores, sino asegurar procesos para reportar faltas a la misma; todo en búsqueda de espacios donde cualquier persona pueda laborar dignamente, así como crecer como persona y profesionista.
2) Una empresa tiene que reflejar en su plantilla la realidad de la comunidad donde labora, y ante una sociedad que -según cifras de diferentes fuentes- está integrada por 12% de personas del colectivo LGBT+, tener colaboradores de esta comunidad es muy probable, y si queremos garantizar tener soluciones innovadoras y pensadas con diversidad de antecedentes y perspectivas, tener políticas de inclusión es mandatorio.
3) Ante una nueva generación de profesionistas que buscan trabajos que se amalgamen a su estilo de vida y código de valores, las empresas que no tengan políticas claras de inclusión, así como de sustentabilidad y de empoderamiento económico a franjas sociales desprotegidas, no tienen un futuro muy prometedor para atraer y retener talento joven.
4) Si ante las tres anteriores no hay convencimiento, la última razón es muy metálica: el dinero. La población lésbica/gay es en general una fracción del colectivo más empoderada económicamente, que ante la realidad de DINK (Double Income, No Kids), tiene un poder adquisitivo más alto que parejas heterosexuales con hijos. En total, el llamado Pink Money integró en 2019, la cantidad de 3.7 trillones de dólares.
Si ahora la inclusión LGBT+ suena mucho más lógica para tu empresa, hay muchos recursos en México para empezar a documentarse sobre cómo tener espacios laborales incluyentes y libres de discriminación: desde la FMELGBT (Federación Mexicana de Empresarios LGBT) hasta Pride Connection Mexico. Hay muchas asociaciones que pueden ayudarte y guiarte para tener una empresa donde tod@s se sientan incluid@s.
Twitter e Instagram @betopino