Gente de maíz y miel

Por: Eduardo Serna

@eduxenit

Estando con gente de la zona maya en Yucatán, apicultores que están hechos de maíz y miel, les leí tres poemas inspirados en esa tierra. Uno de mis amigos me dijo: mare amigo, está bonito lo que escribes de la tierra, de los árboles y las abejas. Se ve como que la conoces. Yo le dije: con todo respeto no sé amigo, ustedes sí que entienden la tierra y la conocen. Yo solo tengo fe en poder encontrar el camino de regreso. Eventualmente, todos encontraremos ese camino de regreso porque a la tierra retornaremos. Eduardo Serna

Las actividades principales en la península de Yucatán todas tienen que ver con la naturaleza y sus regalos: Turismo, agricultura, pesca, ganadería y la apicultura.
Las cuestiones industriales prefieren el norte del país, lo acabamos de ver con el anuncio de la planta de Tesla. Por ser estratégico para el mercado, la cercanía con la frontera, y ahora también para estar cerca de lugares importantes, donde se extraen minerales que están a punto de clasificarse como commodities (para cotizar en la bolsa), como por ejemplo el litio, que se ha revalorado en un 67% su precio.
Qué bueno que en México se cuente con este recurso minero, que bueno que el gobierno lo haya nacionalizado y que bueno que lo proteja por el promisorio futuro que se dibuja en su entorno. Pero recordemos que para procesarlo, como cualquier otro mineral estratégico, se requiere una gran cantidad de recursos, tales como agua, químicos, equipos industriales, etc. Dichas actividades mineras e industriales muchas veces dejan estragos en la naturaleza y el entorno en el que se llevan cabo. Basta con recordar las catástrofes ambientales ocasionadas por Grupo México de la familia Larrea.

En las cámaras, alta y baja, se trabajó a marchas forzadas para poder proteger este recurso minero exitosamente.

Y mientras que, para la promulgación de la ley apícola, por ejemplo, el trabajo legislativo se llevó a cabo de manera superficial y demagógica, dejando francamente mucho que desear. No queda claro cómo se va a conformar el comité regulador de la miel. No queda claro la prohibición de agroquímicos nocivos para los polinizadores, ni las sanciones a quienes dañen a las abejas, no queda claro cómo van a llegar los apoyos apícolas, etc. Actualmente, se toma en cuenta la voz de los acaparadores y revendedores, que son los que tienen controlado el mercado de la miel. Se están haciendo leyes que protegen al mercado y a los que disfrutan de los réditos del trabajo del apicultor. Mientras el precio de la miel es castigado, gracias a los especuladores mencionados.
La abeja está clasificada como el ser más importante para la vida. Pero al parecer no es tan importante como el litio (debe ser porque está de moda lo sustentable).
Los laboratorios transnacionales donde se crea el maíz transgénico nocivo para la salud, tienen más abogados, jueces y legisladores que mediante amparos y leyes a modo, cuidan sus intereses multimillonarios. Mientras que el campesino, que trata de cuidar sus granos de maíz nativo, es sometido por sus propios representantes en las distintas cámaras legislativas, al promulgar leyes ambiguas, llenas de lagunas grises. El campesino y el apicultor tienen al enemigo en casa. Legisladores y jueces que hace mucho perdieron contacto con la tierra, sus manos manicuradas hace mucho que no tocan la tierra y por eso no la respetan. Para esta clase política el campesino y la naturaleza es invisible.
Siempre cito a Galeano en estos casos. Él dijo: “Si la naturaleza fuera un banco, ya la habrían salvado”.

La gente de maíz y miel, no vive de la naturaleza, con sabiduría ancestral se saben parte de ella.

Hoy, en el mundo, hay un desfile de ciegos que no quieren ver. Me cuesta comprender a los que ven el bosque y ven madera desperdiciada. A los que ven el mundo con superioridad y sin raíces. Para ellos entonces la flor y la abeja es inútil.

Ricardo Flores Magón acuño un pensamiento filosófico de reivindicación de las clases campesinas y obreras así como la defensa de la tierra. Hay un lema histórico que comparten Zapata y Flores Magón, es el lema “Tierra y libertad.” Entendiendo la importancia de esto, Flores Magón también dijo: “Quiero que todo sea bello, en armonía con la naturaleza.” Así como: “El derecho de rebelión es sagrado.” Y remato aquí también citando esta: “Los sumisos, los mansos, los indiferentes, los sufridos, los resignados, son la masa, la muchedumbre que con su pasividad, su modorra y falta de carácter hace lento y doloroso el avance de las sociedades.”

Cerramos con poesía y con la invitación a todos, para pensar y hablar de estos temas…

A La tierra
La tierra de la que venimos
está sembrada en las uñas,
la tierra a la que vamos
es regada por llanto.
Aférrate a la tierra,
como una madre que busca
y encuentra a su hijo marchito por la vida.
Ama la tierra,
quiérela como a tus huesos.
No existe tierra estéril,
vuelve a ser campesino.
La paciencia es el arado,
el dolor abre surco.
Siembra lágrimas sin afán de fruto.
Detente y contempla.
Ensúciate de vida,
remueve la tierra con las manos.
Echa raíz honda.
Vuélvete, árbol, abeja o coyote.
Hunde tu cuerpo en la tierra,
ofréndate, una y otra vez.
Canta el arrullo nocturno,
del sueño y la semilla.

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