
Equipos productivos en tiempos de planeación estratégica
Por: Alía Sánchez
Alia Sánchez
Cada año, durante los meses de octubre y noviembre, las empresas entran en una etapa crucial: la planeación estratégica. Es el momento de revisar resultados, redefinir metas, proyectar nuevos objetivos y diseñar los proyectos que marcarán el rumbo del siguiente año.
Sin embargo, más allá de las presentaciones, los indicadores y los tableros, existe un reto silencioso pero determinante: mantener a los equipos motivados, enfocados y con la energía necesaria para crear e innovar.

1. Del cansancio anual al propósito compartido
Octubre suele llegar con un alto nivel de desgaste. Los equipos acumulan meses de trabajo, cierre de objetivos, presión de resultados y poco espacio para la reflexión.
Por eso, antes de pedir ideas frescas, es necesario reconectar a las personas con el propósito.
Comienza cada jornada de planeación con una conversación significativa:
- ¿Por qué hacemos lo que hacemos?
- ¿A quién impacta nuestro trabajo?
- ¿Qué logros podemos celebrar antes de pensar en lo que falta?
Reconectar con el “para qué” despierta el sentido de pertenencia y abre la puerta a la creatividad.
2. Cambiar el formato: de la junta al laboratorio de ideas
La energía de los equipos depende en gran parte del formato. En lugar de largas reuniones cargadas de reportes, crea espacios de co-creación donde se permita el diálogo, la experimentación y la participación activa.
Algunas ideas prácticas:
- Utiliza dinámicas de design thinking o mapas mentales colaborativos.
- Promueve sesiones caminando al aire libre o en ambientes distintos al corporativo.
- Integra herramientas visuales o tableros digitales donde todos puedan aportar.
Cuando el entorno cambia, también cambia la mentalidad.

3. Cuidar la energía del grupo
Las empresas están formadas por personas, y las personas son energía en movimiento.
Por eso, un equipo disperso, cansado o saturado difícilmente generará ideas poderosas.
Antes de una sesión estratégica:
- Invita a una breve meditación o respiración guiada.
- Ofrece alimentos ligeros, hidratación y pausas activas.
- Evita jornadas demasiado largas o monótonas.
En planeación estratégica, un líder consciente sabe que la claridad mental surge del equilibrio físico y emocional.
4. Fomentar la participación real y el reconocimiento
Nada desmotiva más que sentir que las decisiones ya están tomadas.
Permite que las voces de los diferentes niveles jerárquicos se escuchen, que las propuestas se documenten y se evalúen con objetividad.
Reconoce públicamente las buenas ideas, incluso si no se implementan de inmediato.
El reconocimiento refuerza la autoestima profesional y mantiene viva la motivación colectiva.
5. Cerrar con intención y compromiso
Toda jornada de planeación debe culminar con un acto de compromiso y propósito compartido: una frase colectiva, un mural de intenciones o incluso un ritual simbólico, donde cada miembro declare su contribución al nuevo ciclo.
Más que planear estrategias, se trata de alinear voluntades.
Y un equipo alineado no solo ejecuta: crea, transforma y evoluciona.

En tiempos de planeación estratégica, las empresas no solo requieren metodologías y objetivos claros, sino personas inspiradas, centradas y con energía vital para innovar.
El éxito de un nuevo año no se construye en las hojas de Excel, sino en la vibración interna del equipo que la llena de propósito.
Cuando el liderazgo combina estructura con conciencia, los planes dejan de ser tareas… y se convierten en misiones compartidas.

Conoce más en purpurapi.com
Conoce más de Alia Sánchez
Máster en Administración de Empresas especializado en Marketing, Universidad Católica de Chile. Licenciado en Economía, Tecnológico de Monterrey. Máster en Marketing Digital & Ecommerce en Universidad Internacional de La Rioja España, sede México (UNIR)
Y las redes de Púrpura PI
@purpurapi
Purpura PI Agencia
@PurpuraPI
Podrás leer el artículo anterior de Alia Sánchez aquí: Creatividad en movimiento



