Oposición, ¿hay oposición en Quintana Roo?
Por: Geovani Gamboa
Sin duda, la oposición juega un papel importante en el ejercicio de la democracia, pero, ¿hay oposición en Quintana Roo?
La oposición puede ser crítica, constructivamente hablando, esta es aquella qué puntual da un equilibrio en el que hacer de la política, tanto en el ejercicio de gobierno, como en la vida legislativa, esta propone, mejora y debate las acciones de quiénes gobiernan y en las propuestas e iniciativas de ley en el Poder Legislativo, o en los ayuntamientos para programas de gobierno, iniciativas de reglamentos y modificaciones de estas.
El tema es que no estamos viendo actualmente en los espacios ganados por los partidos políticos una agenda o bandera que muestre músculo, quizá si la hay, le está faltando comunicarla.
Oposición por oposición
La oposición crítica radical es, por otro lado, la que se hace sin argumentos claros, utilizando canales no oficiales ni medios informativos tradicionales.
Vemos desde las redes sociales, desinformación o información sesgada, donde solo se marca la polarización que existe actualmente en todo nuestro país, dividido entre los pro AMLO y anti AMLO.
La inversión sin precedentes en Quintana Roo deja muda a la oposición
Difícil la tienen en Quintana Roo los anti AMLO, el papel que la gobernadora Mara Lezama está haciendo, su carisma, el ritmo de trabajo y su gestión para infraestructura, y recursos para programas en el estado, sumado a la inversión y visitas constantes del presidente de la república supervisando los avances de esta inversión, ha dejado sin argumentos serios a los partidos políticos de oposición.
Carlos Joaquín, primer Gobernador de oposición
El periodo en el Gobierno de Carlos Joaquín, fue sin duda alguna uno de los más grises, esto mermó la fuerza del PRD, el PAN y los partidos que se sumaron a su proyecto político. Podemos quizá justificar (no lo suficiente) la pandemia del Covid-19, pero también le toco a Mara Lezama sortear con la pandemia y supo comunicar y manejar desde el municipio esta situación y capitalizarla, bien dice el dicho: “chamba mata grilla”.
La realidad es que no hay oposición visible en Quintana Roo, salvo en algunos periodistas serios y críticos, pero sin mucho material para desarrollar notas y la de quienes, desde la pluma y sus medios, vivieron de los sistemas anteriores con grandes beneficios económicos y utilizan información sesgada o sacada de contexto para criticar.
Difícil la tienen los partidos políticos, acostumbrados a recibir recursos públicos, tanto de las prerrogativas de los institutos electorales, como partidas secretas de los gobiernos en turno para actividades y pago de medios para la exposición de figuras.
Julián Ricalde Magaña caso especial
Digno es de mencionar el papel de Julián Ricalde Magaña, que, utilizando sus redes sociales, y siendo parte de los partidos que llegaron con Mara Lezama al Gobierno y Congreso del Estado, ha sabido usar su personalidad y sus redes sociales para opinar sobre algunos desaciertos y acciones del ejercicio público.
No puedo más que decir, hace falta oposición, de la seria, de la constructiva, de la que convence por qué cuenta con “calidad moral” para ser creíble y digna de ser la voz de minorías, no existe democracia sin oposición, pero hay que saber ser oposición y parece que en Quintana Roo, no hay tal.
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