
NO CREO NI EN MI SOMBRA
Por Daniel José Rivera Viera
No creo ni en mi sombra es perder la confianza y es muy doloroso. Es fácil perderla, pero muy difícil recuperarla. Todos hemos visto casos cercanos de personas que han perdido la confianza en sus parejas. A veces logran superar esta situación y su relación se fortalece, pero otras veces la ruptura es inevitable. La confianza es fundamental en nuestras relaciones. Es crucial cultivarla en un ambiente de transparencia para evitar cualquier duda o incertidumbre.
Relación de las organizaciones con los grupos de interés
En el ámbito empresarial, las organizaciones se relacionan con diversos grupos de interés, como accionistas, clientes, proveedores, empleados, la comunidad y entidades de supervisión. Cada uno de estos grupos evalúa el nivel de confianza en función de la propuesta de valor que perciben de la empresa, acorde a su rol y expectativas.
La importancia del compromiso y la precisión
En consecuencia, no hay margen para imprecisiones. Lo que he afirmado se convierte en un compromiso formal. Cualquier incumplimiento, ya sea total o parcial, tendrá un impacto negativo significativo, deteriorando las relaciones entre las partes y erosionando la confianza depositada.
La evaluación de la confianza según el grupo de interés
Cada grupo de interés evalúa la confianza de manera distinta, en función de su rol y expectativas. Los accionistas, por ejemplo, priorizan la rentabilidad de su inversión. Los clientes, por su parte, valoran la calidad del servicio y la experiencia que reciben, especialmente cuando esta supera sus expectativas, lo que fomenta la lealtad.
La confianza desde la perspectiva de los proveedores
Los proveedores, en cambio, centran su atención en el cumplimiento de las obligaciones comerciales, como los plazos de pago y los montos acordados. Este cumplimiento es fundamental para mantener una relación sólida, ya que los proveedores son aliados estratégicos que impulsan la operación.
La percepción de confianza por parte de los empleados
Los empleados, por su parte, evalúan la confianza en términos de remuneración y beneficios contractuales. Para ellos, el cumplimiento de estas obligaciones es un indicador clave de la salud y el compromiso de la empresa.
La comunidad y su percepción de la empresa
La comunidad, por último, percibe la confianza a través de los beneficios que la empresa aporta a su entorno, ya sean directos o indirectos. Estos beneficios pueden ser de diversa índole, desde la generación de empleo hasta el apoyo a iniciativas sociales.
Finalmente, los entes de vigilancia y control evalúan la transparencia y el cumplimiento normativo de la empresa. Para ellos, la rendición de cuentas y la adhesión a las leyes son elementos esenciales para generar confianza.
Para una mejor comprensión del tema no creo ni en mi sombra, procederemos a analizar un caso concreto que nos permitirá visualizar su aplicación en un contexto real.
Historia Compañía ZZZ
Rafaelo y Sonie, una pareja de profesionales jóvenes y de clase media, recién casados, se sintieron atraídos por el eslogan de la compañía ZZZ: “Hacemos fácil tu vida”. Como recién casados, tenían muchas metas por alcanzar, como comprar una casa, un vehículo, continuar su formación profesional y financiar un negocio de asesorías. Creían que ser clientes de ZZZ les facilitaría la construcción de su proyecto de vida.
Descubrimiento de la falsa promesa de ZZZ
Sin embargo, con el tiempo descubrieron que la promesa de ZZZ era falsa. Lo que parecía una avenida de ocho carriles se convirtió en un camino de herradura, lleno de obstáculos. Después de analizar su situación financiera, decidieron enfocarse en su negocio de asesorías contables y tributarias para pequeñas y medianas empresas, dejando de lado por el momento el tema de la vivienda y el vehículo.
La exigencia de un estudio de factibilidad
Inicialmente, se encontraron con la necesidad de obtener un estudio de factibilidad del proyecto, validado por un profesional acreditado. Si bien Rafaelo y Sonie ya habían elaborado dicho estudio, la entidad financiera requería una certificación externa, lo que representó un costo adicional de 3000 dólares.
La validación del estudio por una empresa vinculada
A pesar de esto, decidieron contratar a una compañía satélite de ZZZ para realizar el estudio. Para su sorpresa, el resultado fue básicamente una validación de su propio trabajo.
La espera por la evaluación del comité
Luego, el gerente les informó que su propuesta sería evaluada por un comité y que recibirían una respuesta en 20 días. Transcurrido este tiempo, Rafaelo y Sonie se acercaron ansiosos para recibir la respuesta. Sin embargo, el gerente no los atendió y en su lugar un analista les entregó un sobre sellado con el dictamen del comité.
Una oferta insuficiente y desalentadora
El comité había decidido otorgarles solo el 40% de los recursos solicitados, con una tasa de interés de dos puntos por encima del promedio del mercado y la exigencia de dos codeudores. Esto fue una gran frustración para la pareja, ya que no se ajustaba a lo que necesitaban y además era muy difícil conseguir los codeudores.
Finalmente, no aceptaron la propuesta de ZZZ. La compañía no solo no cumplió su promesa de “hacerles la vida fácil”, sino que les generó frustración y desilusión. Rafaelo y Sonie sintieron que habían sido engañados, perjudicados y pensando no creo ni en mi sombra.
Como “favor”, decidieron compartir su experiencia en redes sociales, denunciando la triste realidad de algunas empresas en su relación con los clientes. Dejando el mal sabor de no creo ni en mi sombra, y todo por depositar la confianza en la empresa que prometió una vida fácil.
Podrás leer el artículo anterior de Daniel José Rivera Viera aquí: Hekatombe