Llamado a la ciudadanía a conservar limpias las áreas naturales protegidas
El gobierno del Estado de Quintana Roo, la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (Sema) y el Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas buscan reducir el impacto negativo en las mismas y que sean administradas como debe ser.
En entrevista con el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social, el biólogo Antonio Aldana Pech, de la Sema, recordó que el Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas se enmarca dentro del plan de desarrollo estatal para fortalecer y administrar las áreas naturales protegidas del Estado.
Indicó que Quintana Roo tiene 10 áreas naturales protegidas muy importantes, 321 hectáreas, de las cuales el 50% son humedales, manglares enclavados en sitios muy estratégicos cercanos a la ciudad, que le han provocado cierto impacto, pero la idea del gobierno del Estado, de la SEMA y del Instituto es, precisamente, salvaguardar esos espacios en los que se conservan diferentes especies importantes para la biodiversidad.
El biólogo mencionó áreas naturales protegidas muy importantes como el parque Kabah y la Laguna Manatí, sitio convertido en basurero por mucho tiempo y del que se han retirado 150 toneladas de residuos sólidos, 30 de ellos en este último año.
“Todas las áreas naturales protegidas tienen comités comunitarios; desde 2018 pensamos en trabajar con los grupos comunitarios, pescadores, vecinos, gente con mucha pasión, que ya son comités y guardianes comunitarios, vigilantes capacitados que apoyan con diversas gestiones para arrancar proyectos”, destacó.
El biólogo recuerda que en fenómenos como los huracanes que han azotado la región en los últimos meses, toda esa agua es absorbida por los manglares. Ahí radica su importancia y conservación.
Según dijo, los grupos de río Chacmuchuch y Lombardo Toledano han contribuido a proteger esos lugares. En ese último sitio, por ejemplo, el tiradero de basura que había se ha convertido en un sendero temático de 400 metros (la meta es que tenga un kilómetro) que ya se puede visitar de manera controlada.
El sendero de un kilómetro se logrará sin tumbar árboles ni cambiar el uso de suelo, únicamente se están usando espacios con impacto, que de insalubres serán espacios dignos para la convivencia.
El biólogo invita a ciudadanía a no tirar basura en estos lugares, sobre todo en Chacmuchuc, una de las áreas más afectadas, enfocada en la conservación de las especies con ciertas actividades permisibles, como el ecoturismo.
“Por fortuna las especies emblemáticas que viven en esos lugares, como el cocodrilo, se mantienen, permitiéndonos conservar otros ecosistemas”.
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