La importancia del amor en nuestras vidas.
Por Madeleine Palacios.
La palabra amor según el diccionario es: “Un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista”. De manera habitual y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego resultante y productor de una serie de actitudes, emociones y experiencias.
En español por su parte, la palabra amor (del latín, amor, -ōris) abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico.
Pero para el ser humano ¿qué importancia tiene este sentimiento?, recordemos que este se manifiesta de diferentes formas como por ejemplo el amor a la familia, a los hijos, a la pareja, a los amigos, a la mascota o a la vida misma.
El amor a la familia, especialmente a los hijos, es incondicional y se da desde el día que se sabe de su existencia, ocupando así un lugar especial en la vida de cada padre y madre haciéndolos capaces de lo que sea por el bienestar de sus hijos. Mientras que el amor a los padres a lo largo de la vida es muy cambiante, se tiñe de diferentes matices logrando hacer un lazo más fuerte entre ambos o por el contrario la escasez de este sentimiento da como resultado una ruptura en la relación padres e hijos.
En el caso del amor a los hermanos y otros miembros de la familia, observamos que este sentimiento crece y se fortalece con las experiencias vividas; sin embargo, existen familias que al no fomentar este sentimiento, la separación y el desinterés reemplaza al amor; es por eso que las familias unidas tienen como prioridad este sentimiento.
El amor nos inyecta vida y nos hace ser mejores personas, nos hace ser más empáticos con la situación que vivimos en la actualidad. Por otro lado, el papel que juegan los amigos en nuestras vidas es muy importante, se llegan a convertir en parte de nuestra familia. Con ellos, además de compartir todo tipo de momentos y situaciones, logramos complicidad y apoyo incondicional de por vida.
La mascota y su amor hacia el humano es desde mi perspectiva el amor más puro e incondicional; Es la única que no juzga y sin importar cuánto tiempo pase siempre le dará alegría reencontrarse con sus amos. Ellas nos han enseñado la importancia de vivir cada momento con amor sin esperar nada a cambio como ocurre en la vida diaria de todos nosotros.
El amor a la pareja para muchos debería ser de respeto, crecimiento mutuo, libertad y fidelidad a pesar de todo. La realidad es que cada pareja es un mundo y los acuerdos a los que se llegue darán como resultado la felicidad de cada uno.
El 14 de febrero es sin duda el día más explotado comercialmente por llevar el estandarte del amor en su totalidad, ocasionando en algunas personas el sentimiento de estar incompletos por la falta de pareja y la gran necesidad de formar parte de esta elite; sin embargo esto no debería ser así porque lo que nos debería mover todos los días, como la energía que necesita cualquier maquinaria para funcionar, es el alimento al amor propio y el amor a la vida.
Estos dos últimos tipos de amor son incondicionales, gratis y crecen cuando se comparten. Por alguna razón siempre los dejamos hasta el final y creemos que tenemos que amar a otros para que nos amen. Deberíamos recordar que el amor propio nos hace capaces de lograr lo que nos propongamos, de amar a todos los que nos rodean y alcanzar la felicidad con nuestra propia compañía sin necesidad de llenar el vacío con otras personas.
No importa cuántos tipos de amor sean los que te rodean lo que no debes dejar de lado es cuidarte y amarte sobre todas las cosas, esto hará de ti, una persona inmensamente feliz, capaz de cambiar tu mundo, recuerda: ámate y déjate amar.
¡Si tu corazón ama, no hay límites porque tu corazón habla por todo!
