
Erick Zárate
El guitarrista a través de los tiempos
Por: Donna Herrera
Donna Herrera
Donna Herrera
Raíces musicales desde la infancia
En el mundo de la música, hay artistas cuya trayectoria no solo se construye con talento, sino con una profunda conexión entre sus raíces, su entorno y su incansable búsqueda de identidad sonora. Tal es el caso de Erick Zárate, guitarrista clásico nacido en Celaya, Guanajuato, y formado tanto en los salones de prestigiosas universidades como en las noches bohemias que marcaron su infancia.
Una infancia rodeada de música
Desde muy pequeño, la música fue una constante en su vida. Su madre, amante del canto y de la guitarra, sembró en él una semilla que germinaría años después. Aunque a los tres años su familia se mudó a Cancún, su espíritu musical ya estaba en formación. “Crecí como un verdadero cancunense”, nos cuenta, “pero nunca dejé de estar rodeado de música”.

El momento decisivo en secundaria
Fue en la secundaria donde su vida tomaría un giro definitivo. No fue en una clase de arte, sino en un recreo, cuando un maestro de matemáticas, oriundo de Yucatán, sacó su guitarra y comenzó a tocar la inolvidable Romanza Española. “Me quedé extasiado”, recuerda Zárate con emoción. “En ese momento supe que quería tocar la guitarra. Le insistí a mis padres que me compraran una, y desde ahí no paré”.
El regreso a Guanajuato para profesionalizarse
El amor por la música lo llevó a tomar una decisión firme: estudiar música de manera profesional. Y para ello, decidió volver a sus orígenes. Se inscribió en la Universidad de Guanajuato, una de las instituciones más reconocidas del país en formación musical. “A veces hay que volver a la tierra que nos vio nacer para fortalecernos”, reflexiona.
Maestros clave en su formación
Su formación estuvo marcada por grandes maestros. El primero fue José Alcocer Figueroa, a quien considera no solo su iniciador, sino ahora también un amigo. Más adelante, bajo la tutela del maestro Vladimir Ibarra, consolidó su técnica y visión artística. “Él fue mi gurú”, afirma. “Un gran concertista que ahora destaca por su trabajo en la guitarra clásica contemporánea y que a su vez fue alumno de Carlos Laguna, una eminencia en México”.

Del rock a la guitarra clásica: una evolución musical
Pero aunque hoy lo veamos como guitarrista clásico, su inicio fue otro. En su adolescencia, se sumergió en el mundo del rock: Queen, Nirvana, Yngwie Malmsteen, Jason Becker. “Pasé por todos los estilos de rock”, ríe. También incursionó en la balada, cantando temas de José José o Vicente Fernández con su guitarra acústica. No fue sino hasta la universidad que se volcó completamente al estudio formal de la guitarra clásica.

La riqueza de los ritmos latinoamericanos y el jazz brasileño
Posteriormente, su paleta musical se amplió con géneros latinoamericanos: bossa nova, samba, tango, bolero, cumbia, porro, chacarera. “Latinoamérica es riquísima en ritmos”, afirma. Y ese descubrimiento lo impulsó a fusionar su base clásica con nuevas influencias, especialmente del jazz brasileño, una de sus grandes pasiones actuales.

Momentos memorables en los escenarios de Guanajuato
En cuanto a escenarios, Zárate destaca muchos momentos. En Guanajuato, tuvo experiencias memorables en el Teatro Cervantes y en templos históricos como la Basílica o el Templo de la Compañía, interpretando música barroca o participando en obras como la Misa en Si menor de Bach junto a la Schola Canticum Novum. “Fue una experiencia espiritual”, asegura.
Presencia destacada en el Caribe mexicano
En el Caribe mexicano también ha dejado huella. Ha tocado en los principales teatros de Cancún y Playa del Carmen, incluyendo un recital como solista en el Teatro de la Ciudad, frente a 700 personas. “Es abrumador estar solo en el escenario, pero cuando tienes un equipo como el maestro Palafox en el sonido, todo fluye”.

Una carrera en expansión: colaboraciones y proyectos actuales
Erick Zárate ha participado en clases magistrales y ha estado detrás de la dirección musical del Festival Internacional de Cancún 2024. Actualmente, Zárate trabaja activamente en hoteles de Cancún y la Riviera Maya, en eventos como los “Conciertos a la luz de las velas”, y colabora con diversos artistas y agrupaciones. Entre ellos, el grupo Sesquialtera, la Filarmónica de Cancún del maestro Ricardo Corona y su propio proyecto de jazz brasileño: Kamba Trío.
Mirando al futuro con pasión y claridad
Al preguntarle por el futuro, Erick es claro: “Deseo seguir con mis proyectos, crear música, compartir conocimientos como docente y avanzar hacia lo que la vida me ponga enfrente”.
Así, Erick Zárate no solo es un guitarrista: es un puente entre culturas, géneros y generaciones. Un artista que viaja por el tiempo y la geografía a través de las seis cuerdas de su guitarra.

Podrás leer el artículo anterior de Donna Herrera aquí: The Billboard Band




