Por siempre Tú, Mamá
Por: Madeleine Palacios
Instagram @Madeleine2706
Castillos de Azúcar
MADRE, quién diría que una simple palabra compuesta por cinco letras es tan poderosa, es capaz de mover montañas hablando metafóricamente, de cambiar radicalmente a una persona cuando comienza una nueva etapa dando vida a un nuevo ser, de aliviar cualquier dolor, de dar un sabio consejo, de saber lo que nos conviene y lo que no, aunque nos disguste, de dar ese amor incondicional eternamente, de mantener unidas a familias enteras, de ser la brújula para cuando nos sentimos perdidos, de ser la superhéroe cuando somos pequeños, de crear magia, de ser modelo a seguir, pero lo más importante, de ser lo más valioso e irremplazable que podemos tener los seres humanos en nuestra vida.
En este mes en el que celebramos a quienes nos dieron la vida, me he puesto a reflexionar, tal vez un poco más de lo normal, probablemente porque desde hace unos años estoy lejos de mi mamá, no lo sé o tal vez es la etapa por la que estoy pasando, la que me hace añorar y atesorar los momentos que pasaba junto a ella, mi madre. Si bien es verdad que no siempre estoy de acuerdo con ella, y que a veces prefiero no llamarla para no sentirme estresada al colgar el teléfono por situaciones económicas, cansancio, que sé yo; también es verdad que a lo lejos valoro más sus regaños, sus enseñanzas, sus abrazos, sus caricias, sus palabras de aliento, el que me diga “todo estará bien” con una certeza que logra calmar en mi cualquier angustia. No sé cuánto tiempo estaré separada físicamente de ella, lo que sí sé, es que emocionalmente jamás lo estaré; ella me dio la vida y en parte soy quién soy gracias a su amor y dedicación.
Aquellos quienes contamos con la fortuna de tener a nuestra madre con nosotros, somos dichosos, porque podemos abrazarla, consentirla, cuidarla y amarla, muchos ya no tienen esta posibilidad y solo viven del recuerdo, esperando un día volverse a rencontrar, por ello hay que valorarla siempre, no solo el día de las madres, así como ellas nos aman y protegen todos los días, las veinticuatro horas los siete días de la semana.
Por último, aprovecho estas líneas para brindar mi reconocimiento y todo mi amor al pilar más grande en mi vida y esa eres Tú Mamá, ¡Por siempre tú! Gracias por haberme dado las herramientas y valores para salir adelante en este camino llamado vida. Así mismo a mi Mami Mago, le mando un abrazo hasta el cielo, lugar donde estoy segura cuida de mí; a mis tías que desde que nací me han dado todo su amor y cariño, a mis primas, cuñadas y amigas que están viviendo esta hermosa etapa de ser las mejores mamás para sus hijos e hijas a todas “Muchas felicidades”, las abrazo con cariño por no rajarse a vivir la ardua y significativa responsabilidad que puede tener el ser humano, y esa es ser MADRE!
