Liderar con el cuerpo y los oídos

Liderar con el cuerpo y los oídos

Por Jennifer Hamer – Coach de Comunicación y Liderazgo

Liderar con el cuerpo: El poder de la comunicación no verbal y la escucha activa

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En el mundo laboral actual, donde la rapidez y la eficiencia suelen ser prioridad, muchas veces se pasa por alto un aspecto esencial del liderazgo: la calidad de la comunicación. No se trata solo de lo que se dice, sino de cómo se dice… y de lo que no se dice. La comunicación no verbal y la escucha activa son herramientas poderosas que todo líder debe dominar si desea construir relaciones sólidas, generar confianza y motivar a su equipo.

Liderar con el cuerpo. La comunicación no verbal —gestos, posturas, expresiones faciales, tono de voz, pausas— representa más del 70% del mensaje que recibimos. Un líder puede decir “estoy disponible para escucharte”, pero si lo dice sin levantar la vista del celular o con los brazos cruzados, el mensaje real será: “no tengo tiempo para ti”. En contraste, una mirada atenta, una postura abierta y un tono de voz empático pueden comunicar apertura, respeto y cercanía, incluso sin palabras.

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Escucha activa: la herramienta silenciosa de los grandes líderes

Por otro lado, la escucha activa va más allá de oír. Implica presencia total, interés genuino y la capacidad de hacer preguntas que inviten a la reflexión. Cuando un líder escucha activamente, valida la experiencia del otro, reduce malentendidos y crea un espacio donde las personas se sienten seguras para expresarse. Esto impacta directamente en la productividad, en la creatividad y en el compromiso del equipo.

Un líder que observa con atención el lenguaje corporal de sus colaboradores y responde no solo a lo que dicen, sino también a lo que no dicen, puede detectar tensiones, inseguridades o bloqueos antes de que se conviertan en conflictos. Además, modela una forma de comunicarse más consciente, generando una cultura organizacional basada en la empatía y la colaboración.

En un entorno donde el cambio es constante, la capacidad de liderar, escuchar activamente y comunicarse con inteligencia emocional marca la diferencia entre un jefe que da órdenes y un líder que inspira. Porque, en última instancia, las personas no recuerdan solo lo que les dijiste, sino cómo las hiciste sentir.

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Podrás leer el artículo anterior de la coach Jennifer Hamer aquí: Ser coach de comunicación: Por qué decidí, Escuchar para liderar

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