Tuxpan, “El pueblo de la fiesta eterna”, en Jalisco

Tuxpan, “El pueblo de la fiesta eterna”, en Jalisco

Al sur de Jalisco, entre Guadalajara y Colima, está Tuxpan, sitio de muchas tradiciones, al que se le conoce como “El pueblo de la fiesta eterna”, donde la festividad ancestral en honor a San Sebastián es una de las de mayor fervor.

De acuerdo con relatos, en 1833, una epidemia de viruela azotaba ese pueblo, donde incluso algunas personas fueron enterradas vivas para evitar contagios. Los tuxpeños evangelizados, ofrecieron a San Sebastián Mártir (conocido como Santo de los Enfermos), que si terminaba con la enfermedad que los mataba, lo recordarían año con año entre danzas y grandes celebraciones.

El mal cesó y los tuxpeños, en agradecimiento a San Sebastián, elaboraron máscaras de madera con facciones de sus conquistadores, como parte de un disfraz burlesco, que usarían para celebrar en agradecimiento el fin de la enfermedad.
El nuevo personaje, entre danzas, saltos, sonidos y sonajas ridiculizaba a los conquistadores.

Algunas danzas de chayacates usan todavía un chicote para caballo y, dentro de la coreografía, se golpean las piernas como símbolo de la esclavitud y de la ofensa hacia el indígena.
Otro invitado de la fiesta es el sonajero, un personaje que danza desde antes de la Conquista. Era un danzante de guerra que, en sus inicios, traía un chaleco de cuero que no permitía el daño de las flechas enemigas, además, cargaba una macana que se convirtió en sonaja.

Así cada 20 de enero, las calles se llenan de habitantes y visitantes, que sin distinción saborean platillos típicos, mientras ven danzar a los sonajeros y chayacates.

Categorías
Compartir

COMENTARIOS

Wordpress (0)
Disqus (0 )