¿2022?, EL MÁS FEMINISTA

Por: Mary Hadad

 Mary Hadad     mariahhadad    @MaryHadad

Hemos arrancado el año nuevo con toda enjundia, con los mejores deseos para que nos vaya muy bien, que haya mucha salud, que tengamos abundancia en todo sentido, con comida en la mesa y trabajo seguro. Pero especialmente que sea el año más feminista para México y particularmente para Quintana Roo.

Sí, porque el feminismo promueve la igualdad, lo cual es bueno para las mujeres y niñas; en general es muy positivo para toda la humanidad.

Y explico por qué: Naciones unidas una y otra vez han señalado que promover el empoderamiento de las mujeres garantiza la paz social, el desarrollo económico y el progreso de los pueblos.

Y aquí es muy importante no confundirnos, porque una y otra vez he vivido experiencias de estar en mesas donde, al pronunciarse la palabra “empoderamiento”, algunos señores se sienten incómodos o “agredidos”.

Como que se les activa su ADN primitivo, que les alerta que eso no debe ser algo bueno para ellos y la verdad que nada más distante de la realidad.

El empoderamiento de las mujeres no significa estar por encima de nadie, ni agredir al otro; el empoderamiento femenino es el proceso mediante el cual una mujer que vive en la opresión o condición de violencia, transita hacia un estatus de libertad, garantías y respeto.

Miren, comparto con ustedes un ejemplo del proceso de empoderamiento de una mujer

Hace unos meses una seguidora en redes me escribió por mensaje privado, hablamos y me pidió ayuda para salir de una situación de violencia familiar.

Lograr que ella diera el primer paso no fue tarea sencilla, nunca lo es, porque cuando las mujeres se encuentran dentro del círculo de la violencia, salir de ahí es un proceso que requiere tiempo y apoyo profesional.

Luisa (así le llamaremos para guardar su identidad), vivía una historia de violencia que no incluía golpes, empujones o jalones que dejan moretes, ahí había otros tipos de violencia que dejan heridas profundas y a largo plazo en la salud física y mental de quienes la padecen. Ella vivía violencia psicológica, emocional, económica y patrimonial.

El victimario, además de ser reiteradamente infiel, la ofendía con gritos, con palabras humillantes y degradantes, así como conductas misóginas con efectos graves en ella.

Con el apoyo de abogadas feministas, el proceso de empoderamiento inició con la atención terapéutica y la presentación de la denuncia ante la fiscalía, con lo cual se logró una orden de restricción y se retiró al sujeto del domicilio en el que ambos vivían.

Después vino el “divorcio incausado” que es bastante rápido y que ha sido un gran avance legislativo en Quintana Roo.

También se atendió el tema de los bienes, el régimen de custodia, y la pensión alimenticia.

Hoy Luisa experimenta una clara sensación de alivio, expresa que es como si le hubieran devuelto la vida al alejar al tormento que tanto daño le hizo durante 15 años.

Ella por fin duerme tranquila y trabaja en su proceso de sanar y recuperar todo lo que injustamente le fue arrebatado.

Ese, amigas lectoras, es uno de los tantos ejemplos del empoderamiento femenino. Dejar atrás el ser tratadas como objetos o personas de menor valía, para ser: ¡Capitanas de nuestro destino!

¡El empoderamiento femenino nos ayuda a romper las barreras invisibles que implica nacer niña en este mundo, y por eso debemos apoyarlo!

El empoderamiento femenino es el proceso que estimula el incremento de la participación de las mujeres en todos los aspectos de su vida personal y social, para intervenir con plenitud e igualdad en todos los ámbitos, incluyendo la toma de decisiones y el acceso al poder para generar equilibrios.

Entonces hacemos votos para que este sea el año más feminista y que por fin tengamos a una mujer gobernadora en Quintana Roo.

Una gobernadora que comprenda la enorme necesidad de generar condiciones para que las mujeres y niñas puedan vivir con seguridad, libertad y oportunidades.

Una gobernadora que se comprometa con erradicar las violencias que nos atraviesan y vulneran a todas las mujeres y niñas, y que ubica a Quintana Roo como uno de los seis estados del país que concentran el mayor porcentaje de violencia feminicida.

Una mujer que anuncie una gran cruzada basada en una estrategia que mire el dolor de las víctimas, que empatice y lo haga suyo, para dar respuestas con programas, políticas públicas, centros de justicia para mujeres, refugios y fiscalías dignas con presupuestos suficientes para ser eficaces.

Una gobernadora que nos presente una Agenda por la Vida y Libertad de las Mujeres en Quintana Roo, que erradique tanta injusticia e indiferencia.

Proceso electoral

Y pues el proceso electoral ya inició, y pronto estaremos en intensas campañas, por lo tanto, será responsabilidad nuestra preguntarles a las candidatas: ¿Cuál es su agenda a favor de las mujeres? ¿Qué van a hacer? ¿Cómo lo van a hacer? ¿Cuándo y con qué? Para que después no nos sigamos llevando las peores decepciones.

Recuerden, de acuerdo a naciones unidas, esa agenda es clave para erradicar la desigualdad, la pobreza y la violencia, ¡Entonces son preguntas importantes para la prosperidad de Quintana Roo!

Vamos pues, por ese año donde se sienta la fuerza de las mujeres, y que sea el escenario perfecto para avanzar todas, sabedoras de lo poderosas que somos para transformar y mejorar este mundo.

¿Será entonces el 2022, el año más feminista para Quintana Roo? ¿Le entramos? ¡Si queremos, podemos!

Si te interesó este artículo aquí encontraras otros que también podrán interesarte.